Parece ser que aquel emblemático enfrentamiento entre Danton y Robespierre, luego de la triunfante Revolución Francesa, nos siguiera como un signo trágico hasta la actualidad. Hemos visto demasiadas “purgas”, “limpiezas étnicas”, “contrarrevoluciones culturales”; para no darnos cuenta cual es el verdadero propósito de estos “movimientos socio políticos”: silenciar al disidente.
Es así que en este Año 2008 de Nuestro Señor, en pleno siglo veintiuno, con los medios de comunicación que disponemos, se siguen usando los mismos métodos de Torquemada. Por supuesto en una versión “light”: a la Comunidad Internacional podría llegar a molestarle el uso del garrote vil en la plaza pública o el de La Dama de Hierro en las subterráneas mazmorras.
¡No, señor! El método más “civilizado” para acallar a un noble poeta ahora se llama: condena a prisión valetudinaria (confinamiento domiciliario)
Alguien se preguntaba, no hace mucho, en un foro si la poesía (y los poetas) podían cambiar el mundo. Tal parece, que aunque muchos crean que no, los poderes de turno no se lo toman a la ligera.
Antes de aportar un par de notas (de medios informativos internacionales) les daré algunos datos biográficos sobre el reo de marras, a la sazón de 83 combativos años:

Ernesto Cardenal Martínez (Granada, 20 de enero de 1925)

Sacerdote católico (uno de los más célebres pensadores de la “Teología de la Liberación”) político, escultor, escritor y poeta nicaragüense.
Cursa estudios primero en Managua, luego en México y en el año 1949 en Nueva York. Luego recorre Italia, España y Francia.
En el año 1950 vuelve a Nicaragua dónde participa en la “Revolución de Abril” contra la sangrienta dictadura de Anastasio Somoza García. Fracasada la misma, muchos de sus compañeros muertos o prisioneros, se ve obligado al exilio en el monasterio de Gethsenami (Kentucky, USA). En 1959 viaja a Cuernavaca (México) para estudiar teología. En 1965 es ordenado sacerdote en Managua. Entonces funda en una de las islas de Solentiname, en el lago de Cocibolca una comunidad cristiana, casi monástica.
Es ahí que escribe su famoso libro: “El evangelio de Solentiname”.
Cardenal colabora estrechamente con el Frente Sandinista de Liberación Nacional luchando contra el régimen de Anastasio Somoza Debayle. El 19 de julio de 1979, el día de la victoria de la Revolución Nicaragüense, es nombrado ministro de cultura del nuevo gobierno del FSLN. Ocupa este cargo hasta 1987, año en el que se cierra el ministerio por razones económicas.
En el año 1980 recibe el Premio de la Paz del Comercio Alemán Librero.
Es amonestado duramente por el Papa Juan Pablo II (en su visita a Nicaragua) en público por: “la difusión de doctrinas apostatas y por pertenecer al gobierno sandinista.”
Cardenal abandona el FSLN en 1994, en protesta contra la dirección autoritaria de Daniel Ortega. Luego, suma su apoyo moral al MRS o Movimiento Renovador Sandinista, y extiende su apoyo a la Alianza Partido MRS, durante las elecciones 2006, igual que otros destacados literatos nicaragüenses, entre los que destacan Gioconda Belli y Sergio Ramírez Mercado, fundador del MRS.
Fue nominado en mayo de 2005 a recibir el Premio Nóbel de literatura.
En el año 2007 el poeta nicaragüense vuelve a México. Entre otras actividades, estuvo con el Subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, en el festival XII Encuentro Hispanoamericano de Escritores "Horas de Junio", celebrado el 1 de junio del 2007, organizado por la Universidad de Sonora. Ese año llevó por título: “Tributo a Ernesto Cardenal” donde ofreció lectura de un texto, “Polvo de estrellas”, sobre la utopía social y un recital de sus poemas que enmudeció al auditorio de la Sociedad Sonorense de Historia.
(Fuente: Wickipedia)
A continuación dos notas periodísticas que reflejan la persecución política de la que es objeto el intelectual nicaragüense:

Nota del periódico La Prensa

(Moisés Martínez, Martha González y Wendy Álvarez
[email protected])

El Gobierno sandinista activó sus engranajes en el Poder Judicial, para revivir una demanda por injurias y calumnias en contra del poeta y sacerdote trapense Ernesto Cardenal, de la que éste ya se consideraba librado, y fue condenado ayer por el juez Primero de Distrito Penal, David Rojas. El poeta, por medio de una carta pública, acusó al judicial Rojas de ser instrumento del Gobierno, para afectarlo debido a las críticas que hizo en contra del presidente Daniel Ortega cuando estaba en Paraguay hace dos semanas, invitado a la toma de posesión del presidente Fernando Lugo.
La demanda en contra del poeta fue interpuesta por el ciudadano de origen alemán, Immanuel Zerger, gerente general de Solentiname Tour y esposo de Nubia Arcia, ex directora del Instituto de Turismo en la actual administración sandinista y quien mantiene pugnas con Cardenal, desde hace años.
El conflicto entre Arcia y Cardenal fue por la propiedad del Hotel Mancarrón, ubicado en el Archipiélago de Solentiname, que fue administrado por el sacerdote trapense hasta el año 1999.
LA PRENSA buscó al juez David Rojas en los Juzgados capitalinos, pero a través del Departamento de Prensa se excusó por no atendernos, indicando que tenía una consulta médica, aunque prometió una entrevista sobre el caso en la mañana de hoy.

ESTABA EN APELACIÓN

La cédula judicial que le fue enviada al poeta Cardenal hace referencia a que la resolución del juez Rojas fue dando lugar a un recurso de apelación interpuesto por José Ramón Rojas Méndez, representante legal de la parte acusadora.
Rojas Méndez fue quien defendió al presidente Ortega cuando éste fue acusado de abuso sexual por su hijastra Zoilamérica Narváez, en 1998.
Entonces el mandatario fue absuelto por la juez de tendencia sandinista, que ahora es magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Juana Méndez, bajo el argumento de que la acusación había prescrito.
En el caso de Cardenal, el juez Rojas Méndez apeló una resolución del entonces juez Tercero Local del Crimen de Managua, del 13 de diciembre del 2005, en la que se absolvía al poeta de los delitos de injurias y calumnias que le achacaba Zerger. La condena establecida por el juez Rojas es por el delito de injurias y la sentencia es el pago de una multa de 20 mil córdobas. (1000 dólares estadounidenses)

POETA NO ACATARÁ

El poeta Cardenal no ha dado declaraciones a los periodistas sobre la sentencia del juez Rojas, pero dirigió una fuerte carta pública que desde el primer párrafo deja claro que no acatará la decisión judicial, ya que la considera injusta e ilegal.
“En primer lugar, ese supuesto delito había prescrito desde hace varios años. En segundo lugar, es una sentencia política sin ninguna base jurídica. Es simplemente una venganza de Daniel Ortega por la acogida que tuve en Paraguay durante la toma de posesión del presidente (Fernando) Lugo, mientras a él se le impidió llegar”, precisa la carta.

“Esa sentencia es de un juez danielista, que en tiempos de la revolución fue miembro de la Seguridad del Estado y es el mismo que posteriormente absolvió a Byron Jerez. Y el abogado que ha respaldado al alemán Zerger es, precisamente, el mismo abogado de Daniel Ortega, José Ramón Rojas Méndez”, añade el escrito del poeta Cardenal.
Durante su estadía en Paraguay, Cardenal dictó una conferencia en la que se refirió a Ortega como un “ladrón” y lo acusó de haberse aliado a ex personeros del dictador Anastasio “Tacho” Somoza Debayle y a la ex “Contra” que combatió con las armas al primer régimen sandinista.
Según el poeta, el mandatario ha hecho esas alianzas para establecer “un reinado de unas cuantas familias” en Nicaragua.

JUICIO POLÍTICO

Para algunos intelectuales nicaragüenses, la sentencia al poeta Cardenal es política.
Carlos Tünnermann, presidente del Centro Nicaragüense de Escritores, dijo que la decisión del juez David Rojas “demuestra que en el país se va estableciendo un Gobierno autoritario que se vale de la posibilidad que tiene de instrumentalizar a los poderes del Estado, entre ellos el Poder Judicial”.
“Es evidente que el Gobierno está tomando venganza contra todos aquellos que le señalan sus errores. Después de las declaraciones que Ernesto dio en Paraguay, esta sentencia se vuelve política. Quienes han seguido de cerca este conflicto, lo saben y es una represalia por las declaraciones de criticar al Gobierno”, expresó.
Para el escritor Sergio Ramírez se trata de un revanchismo político por las críticas que el poeta ha venido haciendo a este Gobierno que tiene controlado el Poder Judicial.
“Es humillante, degradante, cómo al igual que en tiempos de Somoza se están aplicando las mismas leyes penales, como cuando Cornelio Hüeck que procesó de manera sumaria a Pedro Joaquín Chamorro y lo sentencio”, añadió.
Ramírez teme que traten de meter preso a Ernesto Cardenal, obligarle a pagar una multa o confiscarle sus obras, dejándolo indefenso ante la ley.
La poeta Vidaluz Meneses también asegura que es una reacción política a los comentarios hechos por el sacerdote en Paraguay.
“Es un atropello y una venganza... Esta sentencia nada tiene que ver con lo jurídico y demuestra una vez más que la persecución a los intelectuales ha comenzado”, expresó Meneses.

ZERGER CONTENTO

El gerente propietario de Solentiname Tour, el alemán Immanuel Zerger, dijo ayer sentirse “contento” por la sentencia de culpabilidad emitida por el juez David Rojas en contra del poeta Cardenal, quien supuestamente en varias ocasiones lo ha calumniado e injuriado.
El empresario negó que el caso hubieses prescrito en el 2005, tal como afirmó Cardenal en su carta difundida.
“Yo siempre esperé la sentencia, pero usted sabe, a veces las cosas caminan lento y yo por lo menos estoy contento porque el señor Cardenal ha dicho muchas cosas sobre mi persona que no son la verdad. Es correcto que él esté claro que no puede decir cosas que no es verdad sobre una persona que trabaja bien, que es honrado y que tiene una trayectoria de vida que no tiene el concepto que él (Cardenal) quiere crear”.

ARCIA ATACÓ A CARDENAL

Luego de que Cardenal vertió sus críticas contra Ortega en Paraguay, la esposa de Zerger, Nubia Arcia, asegurando representar a los pobladores de Solentiname, apareció en varios medios oficialistas atacando públicamente al poeta.
“Muchos dicen ser los verdaderos revolucionarios (refiriéndose a Cardenal), han vivido su vida disfrazados de cordero, cuando han sido un verdadero lobo peligroso que come los hijos de la revolución. Ernesto Cardenal tal vez puede arreglar versos, pero no es un verdadero cristiano ni un verdadero compañero, a él no le gusta la reconciliación. Como todo buen burgués no le importa faltarle el respeto a las personas y en este caso al Presidente (Ortega)”, indicó Arcia en esa ocasión.
“Yo siempre he dicho que Ernesto Cardenal por su racismo es soberbio, arrogante, prepotente, le gusta el protagonismo, es por eso que se hace la víctima”, agregó.

Diario La Opinión (David Hernández, 02/09/2008)

Nicaragua
La condena a prisión valetudinaria del poeta nicaragüense Ernesto Cardenal por parte del juez de Managua, David Rojas, ha caído en la opinión pública mundial, especialmente en el mundo intelectual, como si de una sentencia de la Santa Inquisición se tratara. El reo valetudinario, es aquel al que, por ser mayor de 70 años y padecer enfermedades crónicas, se le da la casa por cárcel.
Ernesto Cardenal (Granada, Nicaragua, 1924), candidato varias veces al Premio Nóbel de Literatura, y uno de los grandes poetas vivos del planeta, se ha ganado este rarísimo galardón otorgado por los energúmenos culturales que gobiernan Nicaragua, debido a su valiente, intransigente e incorruptible postura frente a los vaivenes politiqueros de Daniel Ortega y su cohorte de acólitos que prostituyeron el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) al pactar con el corrupto ex presidente Arnoldo Alemán Lacayo, del Partido Liberal.
El "delito" por el cual se condena al poeta es una carta abierta, publicada hace años, donde denuncia al ciudadano alemán Immanuel Zerger de numerosas anomalías en torno a la empresa turística que el germano tiene en la isla Mancarrón, un hotel, del archipiélago de Solentiname en el lago de Nicaragua, donde el poeta Cardenal fundó hace más de 40 años una comunidad contemplativa con los isleños del lugar.
De ello se valió Zerger para "llevar ante la justicia" a Cardenal y acusarlo de "levantar falsos testimonios en su contra" y de "destruir" su negocio. El juez ordenó el pago de una multa de 20 mil córdobas (unos mil dólares) a Cardenal, quien, al no pagarla en el plazo de 72 horas, ha sido condenado a prisión valetudinaria.
Todo podría quedar como una historia de un juez díscolo si no fuera por la intencionalidad política de trasfondo. El poeta Cardenal ha aclarado que el juez Rojas fue miembro de la extinta seguridad del Estado del primer gobierno sandinista, y que además defendió a Daniel Ortega cuando fue acusado por el delito de acoso, abuso y violación por su hijastra Zoilamérica Narváez, en 1998, causa que fue desestimada por la justicia nicaragüense con el absurdo argumento de que "había prescrito".
Cardenal, quien junto con un nutrido grupo de intelectuales e "históricos" del FSLN se ha convertido en un disidente de las actuales estructuras nepotistas del orteguismo, fundó hace algunos años el "Movimiento de Renovación Sandinista", recientemente declarado ilegal por los tribunales orteguistas.
Algo que ha colmado el vaso de agua ha sido la cálida acogida que Ernesto Cardenal tuvo en Asunción, durante la toma de posesión del presidente de Paraguay y ex obispo Fernando Lugo. Y por otro lado, el impedimento diplomático a asistir al acto de investidura presidencial que experimentó el mandatario nicaragüense. Daniel Ortega no pudo estar presente durante la toma de posesión de Fernando Lugo a raíz de la protesta de organizaciones feministas paraguayas, dirigidas por Gloria Rubín, ministra de la Mujer del gobierno que asumía el poder. La recién nombrada ministra le dio a escoger al sacerdote Lugo entre ella y Daniel Ortega: si el nicaragüense asistía al acto, ella presentaba su renuncia.
Ernesto Cardenal sostiene, y con mucha razón, que su condena es una "venganza" del presidente Ortega, cegado por la irracionalidad de los que le rodean.
El premio Nóbel portugués José Samarago, en una misiva transmitida por la agencia alemana DPA, le pide a Daniel Ortega "que tenga la valentía de pedir perdón… a Ernesto Cardenal, uno de los más extraordinarios hombres que el sol calienta… Si no lo pide, si no levanta la voz para clamar él mismo, contra la condena de Ernesto Cardenal, sabremos que sus méritos humanos y políticos han caído a cero".
Eduardo Galeano fue más directo: "Toda mi solidaridad para Ernesto Cardenal, gran poeta, espléndida persona, hermano mío del alma, contra esta infame condena de un juez infame al servicio de un infame gobierno".
El prestigioso novelista y cineasta chileno Antonio Skármeta advirtió a Ortega: "Aquí en Chile le decimos que no se atreva a tocar a Cardenal ni con el pétalo de una dama".
Cardenal, poeta y amigo del alma a quien conozco desde 1972 y a quien he tratado durante tantos años en Europa y Latinoamérica, no merece este trato humillante de quienes, en nombre de una supuesta justicia de opereta, lo pretenden condenar. La infamia es aún mayor, pues todos sabemos que "la bruja" Rosario Murillo, la "Chayo", diz que poeta, consejera y esposa de Daniel Ortega, no es ajena a este atropello.
Tengo la certeza, sin embargo, que a los oscurantistas nicaragüenses les ha salido el tiro por la culata, han engrandecido con su condena el prestigio de un gran poeta y ellos mismos, sin apenas sospecharlo, han quedado en evidencia como lo que son, unos miserables.
(David Hernández, periodista y escritor salvadoreño-alemán. Director de la Editorial Universitaria de El Salvador)

Demás está decir que realmente hay gente que piensa que los poetas son gente peligrosa. En este caso, en particular, tan peligrosa como para negarse a pagar una suma irrisoria por cuestiones de principios, y verse impedido de salir de su domicilio. Esperemos que ahora no se lo obligue a beber cicuta o a renunciar a sus ideales frente a la Santa Inquisición Sandinista.