El Museo del Prado exhibe, hasta el próximo día 27 de febrero, las claves y la evolución del cuadro 'La adoración de los Magos' de Rubens. El gran lienzo del genio de Amberes comparte escenario con los bocetos y modelos que precedieron a su realización, ofreciendo las preocupaciones artísticas e ideológicas del artista. La muestra, titulada 'Rubens.

La adoración de los Reyes Magos' está acompañada por un catálogo, dirigido por Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y comisario de la exposición, que incluye artículos sobre la historia y características técnicas del cuadro, escritos por varios especialistas.

Según explicó hoy Miguel Zugaza, la idea de celebrar una muestra dedicada en exclusiva a 'La adoración de los Reyes Magos' surgió durante el proceso de restauración del cuadro, llevada a cabo entre el año 2000 y 2002 en los talleres del Museo. Durante este proceso se comprobó que existían numerosas huellas de la "curiosa" historia de este cuadro, que fue pintado en 1609 en Amberes y repintado por su autor veinte años después en Madrid.

Rubens modificó numerosos detalles de la composición original y la amplió en sus márgenes superior y derecho. Así, la exposición se propone mostrar en detalle la forma en que el pintor diseñó la composición en 1609 y las trasformaciones que introdujo en el cuadro en 1629.

EVOLUCIÓN DE LA TÉCNICA

Para el comisario Alejandro Vergara la restauración fue una ocasión única que sirvió para estudiar la evolución de la técnica y el gusto del pintor en esos años. Fruto de aquella investigación, es esta exposición que presenta varios bocetos realizados para la preparación del cuadro, y una copia, encontrada en una colección particular, que documenta su aspecto original en 1609.

Según explicó Alejandro Vergara, Rubens realizó varios cambios entre el original y el cuadro que pintó veinte años después, entre los que destaca el perfil y los colores de los ropajes de la Virgen, que demuestran la influencia de la tradición clásica, durante su estancia en Madrid.

También comentó la modificación en la armadura del soldado y resaltó cómo la insistencia de Rubens en pintar a unos "porteadores", con músculos muy marcados, que evidenciaban su gusto por la Escultura Clásica y la obra de Miguel Angel. Pero Rubens no sólo adoraba aquellos cuerpos perfectos de la antigüedad sino que detestaba "la decadencia" y los cuerpos voluminosos de su época. "Estos porteadores son la manifestación pictórica de una forma de pensar", explicó Vergara.

CONTEXTUALIZAR LA OBRA

Se incluyen también en esta muestra otras obras de Rubens que ayudan a contextualizar 'La adoración de los Reyes Magos'y a explorar la creatividad del maestro flamenco. Así, en los cuadros de Santo Tomás y San Pablo, fechados aproximadamente en 1613, observamos la costumbre de Rubens de repetir modelos. Los dos santos muestran los mismos rasgos que dos de los magos que aparecen en 'La adoración'.

Por otra parte, los cuadros 'Filopomenes descubierto' y 'La Inmaculada Concepción' nos acercan al estilo de Rubens en las dos fechas en que se pintó 'La adoración de los Magos': las figuras del primer cuadro son similares al aspecto que debió tener 'La adoración' en 1609, mientras que el cuadro de 'La Inmaculada' fue pintado en Madrid en 1628-29 en el mismo momento en que tuvo lugar la trasformación de esta representación del famoso pasaje bíblico.

Por último, el cuadro 'Paisaje con Psique y Júpiter' pintado originalmente por Paul Brill, demuestra la obsesión de Rubens por repintar lienzos que ya estaban terminados.

En este sentido, Gabriele Finaldi, director adjunto de Conservación e Investigación del Museo, afirmó que esta exposición muestra las claves de cómo se realiza una obra maestra. "Cada objeto tiene su razón de ser y todo ayuda a saber cómo Rubens llega a la realización de su pintura", concluyó.

29 de noviembre de 2004, Europa Press.