Le digo que la he visto... ¡¡la he visto en alguna parte!!! Un poco con los ojos claros, un poco con las manos finas, un poco con ese olor a sangre con perfume de rosas (ese perfume, que yo no sé, que me marea, que me enloquese, que me embriaga... ese perfume que sabe a media noche, ¡¡que huele a piano sobre la espalda...!!). Claro que la he visto... tal ves la he visto sentada sobre su miedo, con el alma ancha, con la experiencia pervertida, bebiendo smirnoff mirando un techo con estrellas... ¿o tal ves no? ¿sería caminando estrepitosa con unos despojos de hilo en la mano derecha, mientras llovía y llovía, y tarareaba una canción algo así como "We're one, but we're not the same. We get to carry each other, carry each other... one"?... ¿sería?... Creo que fue en aquella ambulancia hace no más de dos años, cuando caí de mi nube y me lesioné un sueño, me fracturé muchas palabras y me enyesaron el corazón... ¡¡¡sí!!!!, la vez fue la vez que le pregunte sí me quería, y me respondio "claro que sí, pero quédate quieto" mientras me vertía alcohol en boca y en heridas... No, mmmmmmm esa vez no fue... Sufro de pérdida de la memoria (aunque, acá entre nos, a veces es una ventaja: se viven muchas cosas cada vez como sí fuera la primera vez... como sí nunca hubiera visto una película acostados en la cama, como sí nunca me hubieran echado una cerveza encima, como sí nunca me hubiera acostado y mirara un bolivar con estrellas, como sí nunca hubiera bailado sobre la arena, como sí nunca se me hubiera escapado definitivamente el ruido de la ciudad y de los bares entre el pliegue diminuto de los dedos y la risa... Me sirve, por supuesto, para verla a ella siempre la misma y siempre diferente). ¿En donde la habré visto? ¿será en las veces en que mi angel de la guarda se va de parranda, en las veces de muertes melancólicas con violencia y con whisky en la cabeza? Creo que llegó en aquellos días en que los días me sabían a mierda, los arboles a mierda, las estrellas a mierda, las calles a mierda, los bancos a mierda, la universidad a mierda, las industrias a mierda (bueno, todavía me sabe a mierda), las hojas de fin de mes a mierda, los libros a mierda, los jóvenes a mierda, las sobredosis a mierda, la mierda a a mierda... Creo que llegó mirando caer la lluvia para abajo, caminado para la izquierda mientras la gente seguía para el otro lado, bebiendo rosas, sintiendo mareos en las mañanas cuando todo parece normal, cuando todo el mundo piensa en cosas correctas, cuando todo el mundo vive a ritmo de reloj y calendario... llegó y parecía un Atlas flaquito cargando un mundo de mucha historia, un Charly García sobrio, una botella de aguardiente para el guayabo, una resaca de flores, un poeta antinazi, una puta virgen, un ecólogista neoliberal, un hombre que no hace daño, un suicida que viaja entre su cuerda, una mujer que odia la luna, un infierno de algodón, un diablo en casa antes de las 10 de la noche, una mentira sobre la vida, una sombrilla abierta bajo un cielo estrellado, un tatuaje sobre un zapato, una belleza desvergonzada, una canción de Enrique Bunbury a ritmo de carranga, un mar sin agua, una fábula de hombres, un almuerzo sin arroz, una rosa sin perfume, una mujer sin alma, sin labios, sin ojos, sin manos, sin pies, sin senos, sin vos... Llegó y, en fin, parecía imposible, imponsiblemente ella, imposiblemente imposible... mmmm tal vez no la conosco... No... No la conosco... y sé, que "sí pudieras olvidar tu mente, frente a mí... sé... que tu corazón, diría que sí".... La quiero muchisimo gomelita!!!