la quietud llega a mí
olas gigantes susurran a mis oidos
en la orilla queda todo
un recuerdo
una imagen precisa de lo que fue y será
éste momento,éste ahora
y todo el tiempo

camino sin dirección alguna
nada me apresura ya
colores vivos se abren en el cielo
y siento,siento al universo dentro de mí

mis ojos se llenan de panorama
silbo una vieja melodía
estoy tentado de sentarme en ese roquedal y volver a escribir
lo que quise siempre plasmar
lo que quise siempre decir

gaviotas y albatros vuelan en círculos
el aire es puro y creo
aquí
la civilización jamás alterará nada
nada de lo que me rodea
todo parece estar lleno de un espíritu salvaje

mis huellas no me pertenecen
la bajamar se las lleva
y en ello no hallo dolor
hallo liberación...
no importa cuánto tiempo esté aquí
no importa cuánto pasé
no importa cuándo acabe ésto

minutos plenos
el día preciso
el sol sobre mi cabeza
la mar exitada como una mujer
y yo en mi soledad
sin esperar ya nada
sin tener que renunciar ya ha nada
sin complicarme la existencia
sin fantasmas a quiénes recordar
camino sin dirección exacta
y así seguiré
hasta donde llegue
cargando mis viejos manuscritos
guiado sólo por mi instinto
para encontrar lo que llevo dentro
hasta que cansado repose sobre la arena
bañado por la luz lunar
tranquilo,
bien tranquilo
y agradecido.