Escupí en medio de la calle.Sentía frío,el mismo frío que alguna vez sentí cuando anduve solo en el mundo sin nadie a quién recurrir sin saber a donde ir y sin saber qué hacer:pero acaso esos eran momentos enterrados que no valían la pena ser recordados.Esta noche es otra historia y cada momento lo es.Encendí un cigarro:odio al tabaco,me quita vigor y me hace sentir dependiente,algún día tendré el suficiente arrojo como para no volver a fumar.Avancé varios trechos más en medio de la fría madrugada.Gabo estaba allí como suele estarlo siempre,sentado en las gradas de la catedral encendiendo otra tola,esperando a algún gringuito ansioso de consumir más vaina,ansioso de mandar todo al carajo en éste país tercermundista donde no se les prohibe nada.Me acerqué a platicar un momento con él.Su barba poblada y los dientes estropeados por el demasiado consumo de pasta me hablaron de una noche de perros en común.Le dí el último cigarro que tenía en el bolsillo de mi casaca.Su técnica es simple,los aborda sin importarle si son hombres o mujeres y les pide fuego,luego lo demás es sencillo.Nunca lo han atrapado salvo algunas palizas que en algunas ocasiones le han dado por vender coca pateada.Los cita en algún lugar y otro les entrega la merca.No es el único que hace ésto.Ha plena luz del día en plena plaza de armas hay varios tipos que hacen lo mismo.La policía los conoce.Las redadas o batidas siempre son una pantalla para hacer creer que se lucha contra éste flagelo...drogas,drogas y más drogas.Me alejo.Sé que encontraré a mis colegas escritores chupando hasta el hartazgo en el parque san fransisco donde antes se microcomercializaba toda esta cojudez.El líder era un tal Tanas.Un día le dieron a fierrazos y lo sacaron de circulación.Se dedicaba a hacer tatuajes.Ya no está.A todos les llega la hora,mejor dicho,les llega la hora a los indispensables,nunca a los peces gordos,a los que no vemos en la calle,a los que tienen parientes en la corte o en la misma policía o en el mismo parlamento.Todo es una mierda.Veo mi mano,aún está ensangrentada.Estoy ordenando mis ideas.Mis reflejos están algo lentos ahora,no debería de ser así.La verdad es que el tipo me tenía harto,ya se la había jurado pero no me creyó.Fumaba mixtos todo el tiempo,mixtos que é mismo vendía y que se le invitaban después de cada pase.Hace media hora de esto.Salí de mi casa,calle marginal,no sé por qué he venido a vivir aquí,quizás sea por que me gusta la acción.Lo encontré prendiendose un bate.El olor era intenso,me jode esa mierda,particularmente cuando la he probado,es decir a la yerba,me ha puesto paranoico,quizás sea mi suerte,algún día dejaré el tabaco.Entonces lo embestí y allí mismo lo agarré a patadas y a puño limpio hasta dejarlo privado en el piso al batuquero.Lo agarré de la chompa y lo erguí de un sólo aliento:¡Ves esa esquina?ves la otra?Carajo,no quiero verte nunca más,ésta es mi calle y aquí se me respeta,entiendes carajo?.Anda donde tu mierda quieras a quejarte,no quiero ver más pastrulos por esta calle,me apesta el olor a pasta,a yerba,me joden las personas como tú.El tipo a justas y penas pudo correr.Nunca más lo veré pero estoy seguro que para mañana habrá otro más avesado con las mismas ganas de fregarme las noches.Es que se las dan por gritar,agarrarse a botellazos,meterse cuchillo y embriagarse hasta perder la razón y quedar tendidos en el piso de manera obsena.
Mis manos están hinchadas y me duelen,debo de haberle dado de alma.Camino un trecho más,estoy llegando al parque ya antes mencionado.Escucho sus vivas voces.Qué los destruyó me repito.Por qué la intelectualidad debe estar ligada con la bohemia?.En eso ella me detiene.Me sonríe.Es la puta más brava que jamás antes hubiese conocido,La deseé cuando se enfrentó sola ante dos enormes policías negándose a salir de su hotelucho donde ella trabaja cobrando sus miserables 15 lucas que a lo mucho alcanzan para la comida del día.No ahora no tengo ganas le he dicho.Me sonríe,es bella y a la vez es el retrato de la inmundicia de éste mundo.Siempre está sola con su chaveta debajo del jean ajustado.Camino solo,siempre lo hago a ésta hora.Los mendigos se recuestan incólumnes en aceras totalmentes insoportables cubiertos con periódicos acompañados con su botella de huacto o cañazo.He reconocido a dos de ellos,almuerzan en el mercado popular 2 de mayo,lugar lupenesco estereotipado y temido por sus concurrentes,queda en la zona roja de la ciudad donde la policía no entra.Maldición,quiero un cigarro!.
Ni modo,me acercó al grupo de bardos,los llamados escritores,los llamados a hacer la revolución,se están prendiendo,están otros jalando coca.Toman ron puro.Dos se están agarrando a golpes.No pienso meterme en esa bronca.Me han pasado un cigarro.Les he dicho que ya vuelvo.No volví.Me hastían esos diálogos,esos discursos incosecuentes,esos deseos de querer cambiarlo todo menos ellos mismos.
Vuelvo a la plaza principal.Sigue allí Gabo.La noche es tediosa.Marco el número de ella desde mi celular.Marco un millón de veces su número hasta que se me acaba el saldo.Es inutil.Me siento solo.Me siento en una banca cualquiera mientras espero al amanecer.Algunos vehículos corren a toda velocidad.Hay un par de travestis que gritan desesperadamente dentro de ellos pidiendo ayuda.Deben ser del comando matacabros.Esos hijos de puta,me refiero a los cabros,se meten con todo el mundo sin respetar nada.Bien por ellos,por los del comando matacabros.No quiero volver a casa.El cigarro se está acabando.Ella ha vuelto a aparecer,es la puta de la cual hablé hace un momento.Aún la extrañas me ha dicho.Es mi amiga.Bueno,uno puede darse esas licencias,es decir,tener como amigas a las putas.Alguna vez cuando estaba convencido de ser un misógino sentía más placer en pagarles que en tirármelas.Pero desde que me enamoré ya no me las tiro,les doy sus 15 lucas y prefiero que me hablen de sus putas vidas.
-Alguna vez alguien me amó como tú la amas a ella-me dijo mientras se apeaba a la banca para contrarestar al frío.
Aquella frase suya me hizo pensar en que las mujeres corrían una suerte distinta a la nuestra.Que ser mujer no es fácil en un mundo lleno de cerdos.Es más,mi pellejo no está asegurado,uno de estos días terminaré enfrentándome a un verdadero hijo de puta y entonces seré historia.
-Bah!-exclamé.
-Y no me invitas a tomar algo?-no le presté atención,pensaba en ella,en la mujer que amo,en lo complicada que pueden ser las cosas cuando uno no se da cuenta que la suerte le sonríe hasta que de pronto todo se va al carajo y ya no vale nada tu vida.
-Esta noche es de perros-le dije.Nos levantamos de la banca y terminamos en un café.Nadie quizo hablar.Era mejor así.
El silencio lo decía todo.Y yo seguía pensando en ella.