agonia espanol v3 |
Agonia.Net | Reglas | Mission | Contacto | Regístrate | ||||
Artículo Comunidades Concurso Ensayo Multimedia Personales Poemas Presa Prosa _QUOTE Guión Especial | ||||||
|
||||||
agonia Textos Recomendados
■ Tierra baldía
Romanian Spell-Checker Contacto |
- - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2009-09-07 | |
ANDAR LA NOCHE
La noche es la parte oscura del día, la negrura, la sombra... por ende el misterio mismo. Las sombras, que abren intervalos a las transformaciones, invitan a ver; no a mirar la noche, sino a ver más allá de la noche misma, a esculcar en tre su brumosa y aparente soledad. Los ojos capaces de ver ese más allá en el corazón de la noche, conciben tal vez una manera de despertar a un sueño, de canalizar aquellos entes que habitan su callada soledad, de hacerlos hablar el lenguaje de los ojos; los ojos del búho, por ejemplo. Donde la luz es "distinta", quien que logra dialogar con ella, distingue además lo interminable, en una audaz maniobra de la visión que incluso va más allá de los patrones abroquelados en ella. Tal vez el búho, en su andar de los ojos, atrapa una atmósfera que para otros queda en el misterio. Siempre atraída por lo oculto, la visión va más allá de la vista, y la palabra no alcanza para que transmigre a ella mas que una 'peluse' del todo. He aquí el poema, fruto de la auscultación del misterio. Andar la noche Andar la noche en largura de colonias abrir sus válvulas de insectos deslizarse a la antigua habitación donde florecen paramecios, reencarnados ancianos borrachos de criptografías, ermitaños y misóginos… Calar las hendiduras en que germina el parásito apacible, esperar que la hidra crezca mezclada con el frío -hueso de antiguos cobayos- abonar la raíz al precipicio del crepúsculo cuando a la oruga del primer fantasma comiencen a brotarle alas. Andar, andar la noche que traspasa el polvo, quedar insomne en la visión que tiembla al desleírse en lo que brota de los ojos. Si aún no llueve eternidad en la obtusa comisura de su hangar, se curva el ángulo, y se alcanza infinitud en el ascenso… Andar, andar y posponer de nuevo, una vez más, ese declive florecido de caléndulas en los contornos que vagara íntimamente alguna claridad sinfín a oscuras en estoica ignorancia. Andar, andar… andar la noche ameba, y luego atrincherarse en esa anchura, en esa laxitud resuelta, inusitadamente soplo que mueva los flecos de su ley… larguísima pierna, monumental brazada, cola que espante la tarántula… Andar la noche ingénita con sus visiones abrazar el esternón de la agonía pesar la conjetura en todas las señales, tomar el tiempo y la distancia entre los brazos subir la cuesta del dolor en su placer hasta la cumbre franquear la barrera al equinoccio sin doblar el espinazo que nos sirvió de puente. Entonces nacerán de nuevo; el rayo, el fuego, la fosforescencia…, a pesar de cada apostasía convenida detrás de los ocasos. Andar la noche y su tejado en que pululan flamantes camaleones, sedosas y brillantes las serpientes, helmintos de azafrán y escarcha, lagartijas azules y esmeralda, espantajos florecidos… Una cuadrilla de búhos amarillos que alisan la piel de los espejos conduce a la morada en que se pierde el hilo; sed inmensa de gritar, mover las manos entre mundos de bruma y aroma de majaguas. Andar la noche enroscados en su velo de medusa, y así, entender la muerte. María Eugenia Caseiro 2006
|
||||||||
La casa de la literatura | |||||||||
La reproducción de cualquier texto que pertenece al portal sin nuestro permiso està estrictamente prohibida.
Copyright 1999-2003. Agonia.Net
E-mail | Política de publicación et confidencialidad