En medio de la tormenta perfecta
el orbe atraviesa el túnel de luz,
la expectación gira en el vacío con un rotor
impulsado por aquellos acontecimientos;
el huracán desparrama eléctrica energía.

Los hechos se concentran en un solo punto
para romper el gozne concéntrico,
que desde hace milenios sostiene el equilibrio universal
la caída libre del dólar,
asusta al mercado
y rompe líneas en los titulares de los periódicos
la duda danza alrededor del círculo
aumentando el ritmo de la velocidad angular.

Éstos son los versos de un poeta
que vive en tiempos de incertidumbre,
el dardo está emplazado sobre la rampa
aquella lanzadera escupe proyectiles del Tártaro
y Cerbero dirige el ladrido de un Terrier.

El Pentágono busca alguna solución
los matraces destilan soluciones intempestivas,
y en el espacio rugen los émbolos de un misil Topol
la única emanación que exhala este ámbito
es la inquietud,
que resulta más inmensa al descolgarse el narcotráfico
irrumpiendo en la escena de aquel absurdo teatro.

Los alquimistas extraen el oro de la escoria
y la moneda resulta falsa,
aunque brille con destellos de bisutería;
valores transmutados por un matraz que filtra indolencias
están compuestos de cosas despreciadas en el pretérito
ofreciéndole áureo brillo al plomo envilecido.

La disyuntiva barrunta el epílogo
y los oídos continúan sordos al colérico grito de Savonarola,
los mamparos fueron rotos por el océano;
el timón yace varado
y este buque se arrastra solo hacia el desastre.

Los jalones aumentan el vértigo y van señalando;
que la Historia está a punto de alcanzar un clímax explosivo.

Jorge Ángel Luna Rosado
Colñombia