Y seguimos siendo peregrinos
en busca de la palabra eterna
en busca del espejo roto
en busca de la mirada esquiva
en busca del latido amable
en busca del silencio humilde
en busca de las verdades vanas
en busca de las almas propias
diseminadas en el caos universal:
retazos de mi mismo
llameados y llovidos
y llovidos y regados
Por Dios... ¡me he reencontrado!
en tu verso especular;
tremebundo y aspirante
tan alegre y tan melifluo
tan candente y consecuente
con crisoles y con forjas
de palabras sin lenguaje
y lenguajes sin palabras
en que el mismo entendimiento
se conjuga con el caos
y pasiones de fractal

Y las novas se asemejan
a la gran concavidad
de una madre uterina
en que todos los vocablos
son paridos como estrellas
y dejados al olvido
Un olvido que dispersa
la ilusión de multitudes
entre tantas multitudes
que no saben que son yoes
de mi cuerpo universal
que no saben que soy ellos
todos ellos en mi mismo,
todo yo en todos ellos
todo el mundo en la mirada
de tus ojos de café
de mis ojos lastimados
de los ojos del mundano
que es espíritu solemne
aunándonos a Él
congregándonos con Él
Y es que todos somos uno
siempre uno y siempre el mismo...