-Como la filosofía es tierra colonizada por aristotélicos y kantianos, un Kierkergaard o un Nietzsche, más que soberanos constitucionales de sus reinos, parecen usurpadores imperiales. Nicolás Gómez Dávila


El vasto imperio filosófico
colonizado por el ejército aristotélico,
que más tarde fue compartido;
con la férrea infantería kantiana
es ese imperio verde primaveral
con el limes más allá del huerto
plagado de frutos de estío.

Imponente alcázar defiende sus fronteras
feroces almenas coronan la torre,
en constante alerta respira el puente levadizo
cerrándose de súbito al paso del intruso.

Aquel filósofo con instinto de gran danés
olisca su botín detrás de esos muros,
después de pelear contra el corsario
que en su país escupía dardos filosos;
a través de las páginas de su periódico aleve
que le dejó su rostro romántico
manchado con negra tinta de melancolía.

Pronto encuentra al socio adecuado:
el filósofo que decía ser hijo de Julio César,
ribetes de púrpura de Sarra rodean
el broche de su capa teñida de
carmín
aquellos foráneos asaltan la poterna
y el castillo se rinde sin condición.

Así los usurpadores imperiales
arrebataron una porción enorme,
al imperio fundado sobre escarpados riscos,
ahora el danés romántico ostenta una ínsula señera
y el pensador con aires de oficial prusiano
una explanada con imponente mirador.

Jorge Ángel Luna Rosado
Colombia