Yo no quiero que mis textos
sean la vanidad de hermosa lengua
sin más mensaje que una belleza escueta
que por muy bella que sea nos deja indiferentes.

Yo quiero en mi mano la pluma
que evoca emociones sin fin.
Quiero robar una lágrima
y quiero sonrisas sembrar.

Yo quiero arengar multitudes
con suspiros de indignación
y quiero entusiasmos ceñir
a mentes con un corazón.

Y quiero escribir ese verso
que llama al consuelo y serena
con brasas de cálido amor.
Que sientan mi estrofa en el alma
su elixir de sana emoción

Y quiero motivar
y hacer catarsis
y catarsis haga quien me lee
desahogando sentimientos reprimidos
y anhelos dormidos
de clara esperanza.

Quiero ser la voz de aquellos que no la tienen
o que la tienen y permanecen callados.

¿El arte por el arte?
No, que va.
Eso no va conmigo
mi estimado amigo.