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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2007-12-15 | | DIVERTIMENTO FINCOLA- PERNELLE. Participación de El principito. Canal #poesia. Irc-hispano.org Pernelle: Las esquirlas desgarran el oro de mi pecho Fincola: y poco a poco van dejando huellas de espinas Pernelle: y en lugar de huir espero, sangrando, que me llames Fincola: y que me digas que aquellas llamas fueron ilusión Pernelle: y ni abrasada en ellas aprendo a terminar la historia, Fincola: la historia que una noche eterna nos unió. Pernelle: Retengo en mis pupilas aquel precioso pálpito. Fincola: ¿Son las sombras decrépitas de mi fantasía Pernelle: o la luz que descubre el tiempo de tus días? Fincola: ¿Son los verdes, azules y rosas de aquel paisaje Pernelle aroma de tus letras, de tu mirar encajes? Fincola: La respuesta debe estar en una lengua arcaica y extranjera Pernelle: o en la realidad que mi corazón ciega. Fincola: El viento huracanado desgarra la plata de mis manos Pernelle: y las brisas de mi alba curan las llagas de tus callos. Fincola: Deja que te toque, simplemente una gota. Pernelle: No puedo es imposible. Si sobre mí cayera Fincola: el peso del universo, tal vez pudiera acercarme Pernelle: y no podrías nunca de mi fin liberarte. Pernelle: Mi cálculo esta noche sale negativo. Fincola: pretendía que me amaras esta noche Elprincipito: y en un coche, se nubla, la realidad en la que vivo. Pernelle Ruffini ignora números que la vida me otorga. Fincola: ¿Que ecuación que la razón no resuelve Elprincipito vuelve a presentarme sentimientos al cubo? Pernelle: Cristales rojos son mi corazón marchito. Fincola: Y el azar, tal vez esté escrito Elprincipito: como escrito está, en el día, el Sol maldito. Pernelle Tu música rompió el rubí de mi pecho Fincola y salieron ardiendo los que habitan mi aliento -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Pernelle : Mi cálculo esta noche sale negativo. Fincola: Pretendía que me amaras esta noche Pernelle: mas tu música rompió el rubí de mi pecho. Fincola: El reloj que daba las horas esta hueco. Pernelle: Ruffini ignora números que la vida me otorga. Fincola: Podría calcular la distancia exacta de tu boca Pernelle: hacia besos lejanos llevados por las olas. Fincola: No, no quiero abrazar la soledad de la luna… Pernelle: pero deja que ella te arrulle con mis horas. Fincola: Caen las hojas al viento como cae mi esperanza Pernelle: como agua de rocío revitalizo tu alma; la boira de mis versos se extiende plana y llana en una verde alfombra que alumbra tu alborada. No quiero más pesares en tu luna lejana. No morirán tus versos en la llama del alma. La oquedad del reloj es el tiempo que guardas para el pronto disfrute de unas manos livianas. Fincola: Pero queda un jazmín en la montaña mas alta que alcanzaré con sudor si me prestas tu pañuelo que llevaré colgado al cuello como indicio de que algún dia quisiste este pobre por amuleto que te pide con humildad un fugitivo beso Pernelle: Las sedas de mis labios engalanan tu cuello. En ocre, azul y verde protegen con denuedo esa flor blanca y sola que tu espíritu encuentra en el monte más alto o en la humilde meseta. Hace tiempo que guardo oculto cual tesoro un recuerdo muy tuyo en mi celda de oro: aquel momento mágico de triste luz de luna que lloraste y me trajo el aire con fortuna una lágrima tuya que rozó rostro y palma. La lluvia me la dio y en custodia se guarda. Fincola; Déjame recorrer con mis manos vagabundas tu rostro blanco y lechoso como la luna. el tiempo lo debió inventar un dios bondadoso para que algún dia alcanzara yo tu torso. Mas no esperes que lleguen las palabras; mis rodillas sobre el suelo poso ancladas pidiéndote clemencia que tengas algo de paciencia porque antes que mis palabras llegaran a tus oídos mis anhelos en formas de algas y no presumas de que te quiero porque soy como un pobre perro que ama cuanto es bello y profundo como son tus ojos cuando con los míos los alumbro Pernelle: De antemano sabia que era juego perdido el amarte y querer que un dia fueras mio. Vivir con ilusiones y el alma desgarrada despierta cada dia mi tímida mañana. No quiero que te esmeres por tenerme contenta porque amor cada noche pasea por tu puerta con trajes y peinados y con pieles muy nuevas de distintos colores y tersuras diversas. No, no temas que no te exijo nada, y entiendo que defiendas tu tímida posada de caballero andante o de juez reposado y la tranquilidad de tu otoño dorado. No puedo presumir de aquello que no tengo. Pero sí puedo darte un candil en tu historia: y cuando necesites en tímidas nostalgias o en tormentas inmundas la luz de una esperanza tu vista alza hacia el fondo del inmenso universo porque allí, muy remota, yo te sigo queriendo... Y seré fiel escudo de tus fieras lanzadas... tu sangre ya acostumbra a limpiarse en mi falda. Después adiós, hasta otra, un dia volverás Las rosas de mi historia tu paso esperarán. Fincola: No te pido que me ames, te pido que ames y que el universo chorree como fuente. Eres canal por donde pasa la divina corriente los ángeles, las rosas, los esqueletos la muerte no me pertenece, pero sabes que si soy dueño de mi vida y si me lo permites seré estrella que guíe tu camino multicolor. Debes tener en tus manos un jazmín inspirador porque cuando tomas el verbo mi sangre llora. Pernelle: ¿Me pides que yo ame? Tus versos son mi vida. Tus palabras escritas la fuente donde bebo. Tu rostro es esa luna donde tú te refugias y donde yo, en la noche, encuentro tu reflejo. Tus manos sobre el mar envían tu nostalgia y así en misma orilla recojo tu añoranza. El aire, cada dia, pasea por tu piel, recoge de tus rizos, de tu mirar, la espuma y alienta mis pulmones, mi risa y mi frescura. Da igual que en tus palabras el odio se recoja, que el desprecio pasee por tu mirada hosca. En mí el desprecio choca y encuentra bienestar y transporta a tu lado total seguridad. Tu odio es un lamento de soledad obligada que el crepúsculo arropa con mi amor en tu cama. fincola; ¿Me dices que yo odio? Tú eres mi herida la sal de mar no la cicatriza; tal vez un verso tuyo pueda ser anestesia y el tiempo a tu lado me cure, tal vez tal vez, no tenga remedio este pesar, esta angustia pero seguro que tu comprenderás que el amor no es algo tan fácil como un cálculo. Te frustras por el olvido de un tal Ruffini pero si él te oyera recitar, cambiaría las ecuaciones por versos, haría poesía, la música que igualara tus cantos, cantos de sirena que vuelcan las estrellas para vaciarles los bolsillos y encontrar su arcano escondido que robaron al mar, una simple y llana de tus palabras rimando con los rubíes que pintas en la madrugada Pernelle: Cada dia me pesa como un saco en mi espalda. Cada ausencia de ti es una llama amarga. Cada noche sin vida, cada alba sin norte, mi llanto a cada estrella, su blanca luz corrompe. Pero yo no deseo que el amor que te guardo convierta al desamor en alimento amargo. y así cada alborada sin dirección ni guía trae canto de los pájaros y muy dulces sonrisas. El dia que despierta y que con peso pasa lleva mi sacrificio y mi entrega temprana a quien de mí precise escucha, o voz muy cálida. Si la noche está muerta porque a mi lado faltas tu ausencia en otras luces, se hace más liviana: en luces de neón, de filósofas cartas o en luces de la música que tu recuerdo guarda. En cuanto a las estrellas que su color regalan, que mi llanto con miedo o con amarga gana intentan solapar y resguardar con calma, regalo mis caricias y energías vitales de arcanas esperanzas y esotéricos aires. Infinita en el tiempo y esferas siderales se guardará esta historia en antiguos anales. escritos misteriosos, invisibles, inciertos... tu corazón y el mío serán su lacra y sello. |
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