Oriflamas radiantes flotan
asì comienza la epopeya que cruza los yermos.
Corceles bravos se unen al remolino fogoso,
busca libertad: firme y tersa.
galopa por los inmensos suelos la emanaciòn ruda del justador.

Se ajusta fuerte el yelmo
cimbran los bastoncillos olorosos empavesados con coral
los consume vapores del desierto de Mongolia
en el fuego pule el sable
luce en justa medida el ànimo.

Fèrreos escudos cobijan la gran osadìa...

Desde las heladas corrientes aderezadas con àmbar fino
marcha firme hasta suelo tòrrido.

Cruzò dinteles sabios
acelera àgil en su siembra,
la ègida transparente cubre la ìntegra semilla
una òrbita similar a grandes aspas cruzadas mueve
los ejes de su estrella polar.

Vientos sutiles agitan banderas en la cima del Panillo
alientan su travesìa,la guardia de leones callados
se levanta vigilante,
y le señalan el castillo que sella gran victoria
con notas del pino sonoro.