Te encuentras sentada en una mecedora
con tu nietecito que muy feliz está,
sonriente te veo, contenta y soñadora
cargando a tu nieto que pronto dormirá.

Alegre le cantas una canción de cuna
y el niño se duerme recibiendo el calor
que tú le prodigas mientras la hermosa luna
sonríe contenta al observar tu amor.

Amor de abuelita, amor incomparable,
no hay nadie en el mundo que te pueda imitar,
con brazos cansados y amor inigualable
arrullas al niño sin querer descansar.

Admiro la forma en que tu amor le ofrendas,
amor de abuelita... cariño de verdad...
aún eres joven y quiero que comprendas
que no es necesario poseer más edad.

Cargando a tu nieto te veo más hermosa,
cincuentidos años conforman tu vivir,
un beso quisiera yo darte y una rosa
porque con tu nieto alegras mi existir.
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Mariano Bequer.
Maracaibo, 14/10/05