agonia espanol v3 |
Agonia.Net | Reglas | Mission | Contacto | Regístrate | ||||
Artículo Comunidades Concurso Ensayo Multimedia Personales Poemas Presa Prosa _QUOTE Guión Especial | ||||||
|
||||||
agonia Textos Recomendados
■ Tierra baldía
Romanian Spell-Checker Contacto |
- - -
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2008-11-07 | |
En mis ojos como en mis labios
aún arde el rojizo vino de la tarde Arde el sangrante ciego horizonte arde el aire con el soplo de las almas arden las golondrinas desgarrando la tarde frenéticamente ellas arden como si volasen entre llamas arden las ruedas sobre el asfalto aún arden las entrañas del perro atropellado arde la flagelante conciencia pero arde más la inconsciencia que no llega para salvarnos invisiblemente vuelve a arder la llaga honda gruta donde manando arden las visiones arden las negras nubes en el océano del cielo arde la lluvia que no cae para purificarnos el oxígeno se detiene entra y arde arden esos ojos en el alma arde la sonrisa de esa dama que andando va ardiendo por perder la calma arde la voz como crepitante llama arde el silencio que se oculta entre palabras arde el tiempo en su noria de infinito tedio arden las vísceras sobre el fuego arde el apetito en los que comiendo rezan arden los amores de paso en los hoteles todo parece arder mas no arde el Spleen que silente nos devora aún arden los cigarros en la banquetas y en los brazos de los niños no deseados arden sus pequeñas huellas así como arden los rostros de las mujeres algunas neuróticas otras maltratadas arden los corazones traicionados arde la saliva que se desmorona al incendiarnos los dedos arden las narices de los oficinistas estudiantes doctores abogados todas personas de dientes apretados en esta edad de piedra en las esquinas todos arden arde el vagón arde el camión arde mi mano arde tu mano arde esta hoja arden las palabras arden los besos incendiarios arde el libro que cierro y sigue ardiendo arde la sucia miel en las mejillas de los niños aún arden las extremidades después de mutiladas aún siguen ardiendo los niños en los hospitales arde la estupidez arde el hambre arde el apetito de estúpidos conocimientos arde el dinero en las esquinas las fábricas de carne arden en las aceras arden en la frente las espinas arde la cruz arde la sangre arde el deseo en la mujer que va a mi lado mirando arder ésta pluma arde su dermis que se eriza arde su pelo arden sus muslos arden sus labios al ir leyendo estas palabras sombrío fuego que aún arde y ahora tu lees arde su bosque arden los trigos de sus brazos arde el odio en el niño de tres años arde su deseo por crecer arde su deseo por tener plena conciencia al realizar su venganza arden sus juegos que poco a poco e “inocentemente” comienzan a urdir sus crímenes futuros crénom crénom crénom…. arde en francés en italiano en inglés arde en todas las lenguas vivas o muertas todas ellas arden como estrellas de una negra torre de Babel arde la muerte ¿Arde la muerte? ¿En verdad arde la muerte? ¡Ella no! Ella no arde ella sólo puede consolar con su fría mano con su helado susurro con su fresco rocío eterno sólo puede aliviar lo que arde arde la tarde hoy es el día la noche ya no será es ¡Arde la vida! ¡Ahora lo sé! ¡Despertar es morir! ¡Nunca despierten! La vida es un sueño al despertar vemos todo arder todo consumirse entre vanidad humo y mentiras arde la hipocresía arde al cinismo arde el artístico trazo del plomo en el aire que dibuja los paisajes de mi amante de concreto arde el fraude arde la plutocracia de mi país arde la usurpación arde el espurio FeCal* arden las pestañas emborrachadas en el alcohol de tantas mentiras arde aún más la resignación de éste pueblo del sol en la entrepierna del universo arde la raza sin redención arde ver las conciencias domesticadas estrellarse contra las pantallas arde un proyectil que viaja atravesando el silencio arde la bala que dispara el idiota sardo sobre los cuerpos de niños ancianos obreros y estudiantes arden las tres culturas arden los dos de Octubre aún arde la impunidad como en las muertas de Juárez arde la indiferencia arde la injusticia en la frente de los presos políticos arde tu silencio y arde el mío en el cuerno de la abundancia arde la miseria en sus entrañas ardemos cincuenta millones de pobres arde la justicia en el puño guerrillero en su pecho arde el ejemplo de Cristo arde la distancia entre dos cuerpos desnudos arde el te quiero el te amo el no me dejes el no más arde el amor reprimido en las parejas siempre amigas arde su inútil esperanza como migas de lumbre en el paladar en mi pecho arde un hermoso sueño que jamás será arden las pálidas rocas entre las cenizas arden las ansias que destrozan las pupilas los sentidos se dilatan ardiendo en la poesía arde la palabra de Dios en las iglesias templos casas y puertas arde la incomprendida palabra del Cristo en los hocicos de sus más ardientes “fieles” que hacen arder sus evangelios como hienas en las hogueras del olvido de madera la cruz el Cristo y los gemidos en las cabeceras de los hoteles de paso arde su misericordia ante la pasión inmisericorde de los amantes que sin saber de amores en el cielo arden y se persignan succionando lunas arde el reloj de la impulsora que digitalmente camina de revés arde la brea en las barcas del ensueño me arde la mirada y la elevo al cielo buscando una mar mar que es un jardín donde arden tus flores malsanas a lo lejos veo arder tus grises y secos ojos arde tu Paris arde mi D F la sangre arde y se enloquece arde la polución de mis venas de mis genes de mi niñez de mi adolescencia de mis pieles de mis muertos de mis vivos al irme abandonando en ti mi ardiente hetaira asfaltada sobre tu duro vientre el odio arde arden las befas del más fuerte sobre el más indefenso de los seres los ancianos arden y se consumen con sus años encerrados en la soledad de un pasado que arde arden las bestias enjauladas en sus autos arden los exiliados al caminar sus sueños todos inefablemente ardemos entre tus piernas arde el vuelo de las moscas sobre las últimas heces del que pronto arderá reventado en la avenida arde la mano que sucia se extiende en los puentes peatonales en las escaleras del metro arde la sonrisa del indigente mi igual mi hermano arde su ejercito de perros arden sus versos que me enrolan arde el eco del ave herida que reventaste en tu mano en su nido arden sus críos abandonados devorándose entre hermanos arde la pluma del paria colibrí nocturno que devora y besa vientres maltratados de rosas decrepitas arde el cielo herido arde su sangre bermeja costra en el horizonte arde arde la mirada ante el sol que se desnuda arde su secreto en la paciente luna muda ¿Te arden los ojos Ivan? ¿De casualidad algo te arde hasta estas palabras? imagino tu bucólico ardor arde de una vez pero sinceramente porque sin darte cuenta comienza arder el concierto orquesta de elegantes larvas que reventara nuestro inservible cuerpo el pájaro levanta sus cantos al cielo nosotros a pudrirnos en el suelo ya arde el húmedo réquiem que se entonará entre tus miasmas arden las vacías copas que deseosas aguardan nuestra miel amarga arde el corazón como un mortal vampiro que escupe y bebe sangre para mantenerme vivo ardiendo a su lado por noches interminables hasta en el día lo escucho arder por mis venas es siniestro su desenfrenado aleteo de ardiente poeta a veces elegante arde su roja mirada aórtica al arder sus colmillos se congelan los ríos del tiempo sin dejar fluir el leteo por los ardientes años arden los inviernos otoños y veranos la primavera arde entre negros ruiseñores ¡Arde corazón vampiro inútil! ¿Por qué no ardes y te mueres? ¡Arde con tu letra poeta inútil! ¿Por qué no te callas y te mueres? Arde la tarde y yo ardo con ella nunca más veré igual las estrellas arde el amor y se consume como olvidada agua hirviendo en el corazón arde nuestra ciega y soluble vida ante la inminente negra mirada de la noche arde ésta tarde en tus ojos como en tu pecho arde ésta tarde en tus silencios como en tus versos arde ésta tarde en tus vivos como en tus muertos arde ésta tarde en las virtudes como en los vicios arde ésta tarde en los muertos como en los vivos arde ésta tarde en el desierto como en el mar arde ésta tarde en el campo como en la ciudad arde ésta tarde en las arterias como en las venas arde ésta tarde en el cielo como en la tierra amén… Ivan Ortega Ciudad de México a 2 de Octubre de 2008 40 años van de impunidad 2 de Octubre de 1968 ¡NO SE OLVIDA! *FeCal: Felipe Calderón Hinojosa. |
index
|
||||||||
La casa de la literatura | |||||||||
La reproducción de cualquier texto que pertenece al portal sin nuestro permiso està estrictamente prohibida.
Copyright 1999-2003. Agonia.Net
E-mail | Política de publicación et confidencialidad