Por una vez he sentido el poder de las palabras:
Hable demasiado acerca de que los problemas me buscan…
Jamás lo creí.

Unos golpes en cara y cabeza
la nariz ensangrentada
los versos dañados
el invierno soplando fuertemente
mi supuesta novia dejándome por extraño
mis amigos echándome por borracho problemático
los camaleones sin tornarse tan confusos en el ambiente
reconfirman esta idea

Estoy tan presente como el miedo en los religiosos
tan ausente como el tiempo en los drogados
tan inesperado como las enfermedades
tan expulsado como los que caminan por senderos de verdad
tan apacible como las gotas de alcohol cruzando por la garganta
tan incrédulo como quien cree que le gusta a la mujer que ama…

Dudo durante unos segundos antes de responder
sea por mi falta de decisión
sea por mi hipocresía
o porque las palabras que a veces digo, también me envenenan..

Realmente no consigo escribir un poema de amor
un poema de odio, un poema melancólico,
un poema alcohólico, un poema ensangrentado
un poema traicionero, un poema verdadero
un poema triste y feliz al mismo tiempo…
un poema que sea realmente mío.

He descubierto que la vida no es blanca,
ni negra, ni gris como plantean algunas personas…
son colores que no conozco
son colores muchos años más tristes que yo.

Los paseos por enfrente de la casa de mi vecina
mi papel de hambriento, mi papel de satisfecho
el volumen alto de las canciones que me gustan
y el anhelo de que una, tan sólo una
llegue a sus oídos,
conforman una insatisfactoria teoría
de que estoy destinado a hacer y deshacer el amor…

Tel vez no tengo que esconderme
alguien al fin y al cabo me encontrará.
Es esta sensación de hacer siempre lo correcto
y terminar cometiendo un nuevo error.
Alguien, quizás alguien
quiere en el fondo
jugar conmigo de nuevo
al planeta tierra…

Ideas grandes, ideas fuertes…ideas, simplemente ideas
golpeándome fuertemente…