I

Hay voces en la conciencia
que parecen el eco
de lo que los demàs no saben de nosotros,
pero allì en lo oscuro de la mente
siempre atentas al primer descuido
¡censuran!

Hay otras màs elaboradas
de naturaleza profunda,sabia y divina...

Bien podrìan ser de Dios o
en todo caso de Diablo,pero
de una u otra forma,no dejan
de ser del mismo ser...El Sempiterno.

II
El hombre intrèpido y temerario
avanza y avanza màs
y,
tras sus desventuras y conquistas
èl,el màs fuerte,
el titàn de titanes,
arrancado de un impulso innato
ha llegado hacia la parte màs elevada de este mundo
y ha vuelto su rostro una vez màs hacia el
universo
Y ese grito que liberado
vuelve y vuelve
sobre la pregunta elemental
¿Alquien puede contestarme por què?...
y èl vio
y todos vimos
que como nunca antes
el silencio fue del tamaño del cosmos.

III
Pero ¡Oh sì!
què poder el contundente
del de la ignorancia...
¡capaz inclusive de hacer temblar a Dios!
Temerarios pues los pasos del valiente
que aùn no han visto...no conocen!
los ojos del Diablo...la ira de Dios!.

IV
Pero dònde el espìritu de Nietzsche!
dònde la fortaleza trasnmitida
en el canto èpico
capaz de estimular...
de desafiar a lo imposible!
¡por què entonces me dejas!
por què sin querer serlo
muy a derecho mìo,
no la cobardìa
sino la impotencia
desmiente...desmiente
...y muy a derecho mìo.

V
¡si tan sòlo os consedièrais una sola vez màs
en èste mundo ya agotado...!
¡si entregaras la fòrmula del cambio!
el àngulo añorado
y su renuevo constante...!
Cuàntas veces el hombre no sòlo recorrerìa
el camino màs pequeño
sino feliz exclamarìa
he aquì la esencia de lo inmortal!
mira còmo hago un arte de lo limitado
y mira
mira!
Entiende de otra manera lo finito.