Quiero soñarte,
como un ángel puro,
cargado de defectos y sacrificios,
como alguien torturado por recuerdos,
por pasados inmutables,
perseguido por su mente...

Podré crearte,
perfecto, sin el afán que te equivoques...

Hecho miel para mí,
tormenta, fuego, daño...

Arrasarte con mi pasión,
con mi inteligencia martirizarte,
jugar un juego a pesar de todo...

Descubrirte por todos lados...

Voy excavando en ti,
desnudaré las arterias de tu alma
y sacaré lo mejor y lo peor de ti...

Correrán dolores, risas y se arrastrarán
airados los orgullos...

Reiré sola, mi conciencia es complicada,
lloraré igual, en el regazo de mi alma
cuando en realidad despierte y ya te vea;
claro, apagado, mustio.