Una pared invisible
descubre su desnudez contra mi rostro
y la luna
y el rocío

en un acto absurdo
mis labios saben a sangre
y en la boca la bilis
juega perfiles macabros

No hay un prado
ni sobre el lago flamencos hipnotizados
ni un águila azul hiriendo el cielo
ni tampoco la muerte en lo frío del piso

Sólo esa pared y yo.
Un universo que nos mira
una tristeza sin sentido que golpea una y otra vez los muelles de mis ojos
quizás buscando viejas lluvias que no lloré

miedos anclados en la penumbra
gritos callados en besos secos
o las manos
o abrazos que se mezclaron con el olvido

Es Abril, otra vez Abril.
Otra vez volvió con remembranza de ausencia
carga despiadada de manzanos desahuciados
silenciosas miradas en el filo del horizonte

La pared descubre su desnudez contra mi rostro
destino contra destino, ineludible.
Infaltable, una brisa de aromos
a pesar de todo, no deja que navegues en mi olvido