CALCÁREAS

Sacaba a mi perra al parque, cuando divisé a Suertudo con Florencia, la dueña.
Seguimos el ritual de los afectos humanos entre los que tienen perros.
Buenas noches.
¿Se acuerda de Boy?
¿El perro marrón con machas doradas?
Sí, Elvira se llama la dueña ¿no?
Sí, a Elvira le salieron verrugas en las manos, grandes y chicas, como manchas. Algunos dicen que son manchas de vejez. Yo no creo eso. Éstas verrugas son como piedras chatas, con incisiones milenarias.

Aquella noche salí antes con Joy y cuando ya estaba decidido a volverme, me encontré con Florencia y Suertudo.
¡Ahhhh! ¡No sabe lo que me pasó! Me volví a encontrar con Elvira.
Tenía verrugas en la cara, debajo de los ojos, en las mejillas, en la barbilla. Hachitas desperdigadas, pero grises, con marcas grabadas en su interior, como rocas calcáreas. Los ojos ni se veían, pequeños, casi un punto, apretados por los haces de verrugas.
Casi no me reconoce, apenas pudo hablar de las dificultades de Boy para venir al parque con otra persona.

©Radamés Buffa, Montevideo,4/11/12, Uruguay.