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Pura Coincidencia
prosa [ ]

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
por [Stallion ]

2006-09-26  |     | 



El destino según algunas corrientes filosóficas ya esta predeterminado, sea por el eterno retorno o el vasto tiempo circular. Ciertas ideas orientales nos inducen a creer en una reencarnación en base a niveles; es decir, aquellos teóricos que las promueven, que son muchos por cierto, aseguran que este mundo tal como lo concebimos es un mero estado transitorio, una especie de peldaño en la escalera hacia la divinidad, como se puede subir, también se puede bajar a lugares lógicamente indescriptibles.
Ahora, existen ciertos sucesos que se dan por casualidad, como por ende también existe una causalidad dentro de la misma; en pocas palabras nosotros con nuestra forma de pensar atraemos hasta cierto punto a esas casualidades que tan solo son factores que pueden proporcionarnos situaciones agradables o no.
Recuerdo un día algo añejo en el que conocí por mera casualidad a un sujeto; ese año o para ser mas exactos aquel verano me encontraba de vacaciones en un balneario cercano a mi ciudad natal. Como de costumbre solía despertar antes de la salida del sol y caminar por la playa respirando ese aire ricamente mezclado con el profundo olor a mar.
Un día común en el que realizaba mi rutina mañanera advertí una camioneta doble tracción en medio de la playa, si la memoria no me engaña se trataba de una Ford Bronco modelo 81 de color azul, algo oxidada y maltratada; pude divisar en su interior a un tipo de pelo largo y barba crecida; él al percatarse de mi presencia se sobresaltó y me miró algo turbado, al parecer por la impresión de ver una alma caminante a tan tempranas horas de la mañana; estaba ya a un paso cuando me di cuenta que a su lado descansaba una jovencita de unos 18 años.
-Hey amigo-me dijo en un tono algo gutural-no sabes donde podemos encontrar camarón.
La pregunta que me planteó este individuo era digna de un forastero, puesto que todos los lugareños o los veraneantes asiduos, sabíamos que el camarón se encontraba en el río, en el mercado del pueblo o ya sea en la mesa de cualquier restaurante.
-Hola-le respondí-no se a que te refieres con exactitud, sé más especifico amigo.
-¿Tu sabes pescar camarón?...
En eso la alegre mujercita entre abrió los ojos, marrones como la tierra que la vio nacer; estos poco a poco fueron adaptándose a la situación alejándose rápidamente del sueño y dejando ver un destello de vivacidad; se aprestó a arreglarse el cabello con una premura casi infantil y dijo:
-Hola, disculpa es que no somos de por aquí tan solo andamos de paso ya que nuestra vida desde hace unos meses se ha convertido en un viaje y encima este hombrecito anda tan entusiasmado con la pesca que yo no e...
-Bueno-la interrumpí- el camarón generalmente se pesca en el río y para este fin se usan mallas, alrededor de cuatro a seis hombres, esto dependiendo de la crecida del río y de la longitud de la malla, entran al río y proceden a amarrar la misma a estacas; luego son pacientes como cualquier pescador y esperan largas horas, a veces se pasan una noche entera a la intemperie esperando fervientemente el fruto de la pesca; así que dudo mucho que puedas pescar camarón con esas cañas de pesca que veo en la parte trasera de tu camioneta y menos en el mar. Mejor intenta con el Bonito.
-Oh muchas gracias amigo -me respondió eufóricamente, mientras abría presuroso la portezuela trasera de la camioneta y sacaba las cañas-no sabes cuanto amo el mar...

Hace unos cuantos meses me encontraba en una especie de restaurante de pelo y medio ubicado en la calle U... estaba refrescándome del calor infernal que azotaba la ciudad, las temperaturas de una forma inexplicable bordeaban los 32 grados a la sombra; en si era algo inaudito ya que nos encontrábamos en pleno otoño.
El dueño del local, amigo mío, me sirvió una cerveza al polo, es decir recontra helada; hacía una hora que yo había dejado mis clases en la universidad y estaba meditando acerca de la última clase de psicopatología. Discrepaba mucho con las ideas psicoanalíticas de los vetustos catedráticos; ya que ellos asiduos seguidores de su fundador, no podían o simplemente no querían entender que nuevos métodos terapéuticos estaban a la vanguardia del primer mundo; cuando de pronto sentí como unos ojos inquietos me escrutaban desde el fondo de la estancia, levanté la mirada y en la mesa del frente pude ver a un hombre de aproximadamente 30 años que se servía una bebida oscura de una jarra, a simple vista parecía ron con cola, un borrachito mas, pensé y no le preste mas atención; hasta que de pronto este sujeto se levantó y se acercó a mi mesa; su cara era singular ya que de ella provenía una mueca algo peculiar, sus ojos medios juntos parecían mirar el vacío de su propia existencia bizca, pero a la vez era inocente y algo suplicante, su boca lograba plasmar un gesto adusto y los labios delgados, bien apretados parecían encerrar una lengua dubitativa que se batía entre el sonido y el silencio, su tez fuertemente quemada por el sol daba claras marcas del descuido y la necedad; su presencia era tan densa que parecía que las cadenas que aprisionaban su alma se habían arraigado tanto a su cuerpo que no lo dejaban respirar.
-Hola Amigo -fueron sus primeras palabras-puedo, bueno si me permites sentarme junto; antes de escuchar mi respuesta se sentó y dijo:
-Fueron 10 años de mi vida los que perdí en ese fundo, esa tierra era mía y yo de ella, nos pertenecíamos el uno al otro; pero por ese padre que tengo y esa madre que tengo y ese hermano que tengo es que he perdido todo; mira mis manos, su verdadera madre es la tierra, están ajadas y cansadas de luchar, pero aun así se sacrificaran en su nombre, tu no sabes cuantas malas noches, de picos y lampones, regadíos, rondas, vacas, toretes, todo por nada; el mundo es demasiado injusto.
En seguida me contó una historia apresurada sobre unas tierras que quería recuperar, decía que en su temprana juventud había trabajado un fundo de 500 hectáreas, ubicado en la costa norte, el cual había perdido por ciertas circunstancias familiares poco favorables.
Luego se levantó y se fue sin siquiera despedirse, yo me quedé poco mas que sorprendido por el acontecimiento; el cantinero me dijo que el rollo del hombre era siempre el mismo, su vicio era el alcohol y las divagaciones que lo acompañaban, pero me pareció que había algo cierto ya que el tipo era el mismo de la camioneta de ese verano más que pasado, de eso no cabía la menor duda alguna, se trataba de aquel personaje algo desubicado, y tosco por naturaleza, pero ¿Por qué había cambiado tan radicalmente? Esta interrogante se volvió para mí un misterio, era algo que debía de averiguar.

Al cabo de unas semanas lo volví a encontrar por una callejuela del centro de la ciudad, venía solo y se le notaba algo eufórico; le recordé el encuentro en la playa, el no se inmutó, es más ni me respondió, su mirada estaba centrada en algo que iba más allá de los muros que circundan las viviendas, me invitó presuroso a beber algo, yo acepté sin duda alguna, ya que la magnitud de sus pupilas me hicieron sospechar que tendría algo sumamente interesante que expresar. Llegamos al local donde nos conocimos, el dueño se sorprendió al vernos llegar juntos; pero sabía tácitamente a lo que veníamos; nos sentamos en cualquier mesa y pude notar como al tomar el primer sorbo de espiritualidad, sus facciones cambiaron súbitamente, la euforia se torno en desagrado y una mueca de disgusto inundo su rostro y fue así como empezó nuevamente con su monólogo; “Fueron 10 años de mi vida...” Traté en vano de interrumpirle, ya sea opinando o queriendo una ampliación más detallada de los hechos, pero no me escuchó en lo más mínimo; sin decir nada se levantó de la silla de un salto y hurgo en sus bolsillos afanosamente, casi desesperado, como un adicto ansioso buscando la preciada droga que lo transporte a realidades paralelas; de pronto sacó una especie de factura en cuyo reverso pude distinguir unas letras muy pequeñas; lo puso sobre la mesa y se marchó sin pronunciar palabra alguna, yo seguía sus movimientos perplejo, enseguida tomé la nota la leí concienzudamente y la reproduzco de forma fidedigna:

*Plano a un año *

- Computadora = Internet
- Cable = Conocimiento, distraerse, cultura
- Viajar = Conocer gente, etc.
- Ropa, zapatos 4+4+4+4
- Relojes, corbatas, medias
- Departamento = Dormir casa
- TV = Algo que Mirar
- VHS = Pornografía
- Tu negocio con capital propio
- Auto o camión
- Chicas. VIP. Sexo
- Comida = Sabe afuera
- Deporte = Actividad, bienestar físico
- Motocicleta = Viaje al lago
- Limpieza de baño propio = Seguridad y status
- Celular = Escuchar otra voz
- Música = Hobby cantar
- Equipo propio = Sonido inmediato
- Arreglar camisa = Buen vestir
- Tranquilidad = Pedir comida
- Comprar tabla = Mar sin discreción
- Un buen lugar, gente Peter

Quede totalmente estupefacto por el contenido de está nota, ahora me dije, ¿Porque me la dejaba a mi? ¿Qué pretendía este turbado sujeto? ;¿Fue un impulso, o una llamada de auxilio? Por lo detallado anteriormente es lógico pensar que este hombre presentaba un grave desorden entre el pensamiento y la acción; aparte de un notorio problema de expresión escrita; pensé entonces que tal vez este pobre hombre al cual el destino le había jugado una mala pasada tenía cierta esperanza en mí; tal vez había pensado que yo podía ayudarlo a romper esa barrera que lo tenia dando vueltas en un espiral que parecía no tener fondo ni esperanza alguna; como por esos años yo estudiaba psicología y andaba muy interesado especialmente en la rama humanística, decidí ayudarle en la medida en que mis modestos conocimientos me lo permitieran y así poder entrañar en su problema y de alguna forma u otra darle un alivio al mal que lo aquejaba; fue así, que le ofrecí un cuarto en la gran casa que habitaba, para poder tenerlo más de cerca y palpar plenamente sus acciones y comportamiento.
Apenas se mudó, lo noté bastante enérgico y decidido, lo traté con mucha tranquilidad y le aconsejé que trate de hacer algo útil, como buscarse un trabajo redituable que lo haga sentirse útil y lo saque del tedio y de los pensamientos recurrentes, también le dije que le haría muy bien salir con alguna chica, ya que esto de hecho que le proporcionaría un beneficio a corto plazo. Así pasaron los días, las semanas, y yo estudiando sin percatarme muy a fondo de su forma de conducta, de lo que hacía o decía, solo nos encontrábamos por la noche y él me comentaba que estaba por trabajar en un grifo, luego me dijo que en un taller reparando camiones u otra cosa por el estilo; hasta que pronto me di cuenta de que paraba todo el día encerrado en su habitación, es más habían días en los que ni siquiera salía; una noche mas o menos a las 11 y media escuché que conversaba muy ávidamente con alguien, su voz sonaba fuerte, sagaz, se le notaba feliz; se encontraba aparentemente bastante excitado por las circunstancias, lo poco que pude escuchar era sobre la chacra la crianza de animales, de vacas y gallinas, en sí vivencias de corral; también expresaba, sus sentimientos sobre, el arado de la tierra y todo lo que significa preparar la tierra para luego proceder a sembrarla, esperando pacientemente que las semillas germinen; y al cosechar sentir el deleite de sus frutos, también mencionaba la fuerza de los tractores y la implicancia de la nueva tecnología en motores diesel; la otra voz era pausada, femenina y algo encantadora; parecía que se deleitaba escuchándolo, ya que tan solo respondía con frases cortas, pero bastante armoniosas, lo instaba siempre a explayarse más, le pedía detalles sobre el sentimiento de vivir en el campo, sobre nuestra identificación implícita con la tierra, también le dijo que lo interesante es que nosotros finalmente seriamos tierra, creceríamos como pasto y nos alimentaríamos nuevamente de nosotros mismos; bien por él pensé por fin consiguió una compañía idónea, alguien que por lo poco que oí parecía entenderlo desde siempre; exactamente a los tres días de este hecho al levantarme muy temprano en la mañana para dirigirme a mis clases encontré una nota pegada en la puerta de mi habitación, la letra era suya indudablemente pequeña y descuidada como antes y decía:

- Solo vivo
- Verdad – Fundo = Mentira
- Castigo irracional parte otra
- Castigo = Casa, padre injuria
- Castigo = Milagro media
- Realidad ¿Cuál?
- Justicia ya
- Cuerpo = Sexo, tranquilidad
- Quisiera cagarme
- Cuenta que arreglar = Quitar chacra
- Como lo Haré
- Ahora = No hacer mala sangre porque tengo que resolver el desorden
- Salir de la cama, vivencia automática y temporal; riesgo de dañarse
- Hasta superar el problema injusto hacia mí
- Castigo = Locura
- Por nada
- Dime que hacer o muere

Enseguida lo busqué en su habitación, no le dije nada sobre la nota; le pregunté sobre la persona con la que había estado; me dijo que se trataba de una amiga que conoció en la plaza de armas, con la que pasó un rato más que agradable; muy sutilmente lo saqué a la calle a dar un paseo por la ciudad y le pregunté que cual era el problema real con las tierras; me dijo que ya no había ningún problema con la tierra; ya que una herencia de 500 hectáreas lo esperaba y el único requisito que le pedían sus padres era que se casase para recibirla inmediatamente, yo le aconsejé que lo haga sin miramientos y él se puso medio triste y me dijo: “ A la primera la conocí en la discoteca y es con la que me viste en la playa, era Leyla, todo iba bien, trabajamos la chacra, fueron más de dos años de ardua labor, hasta que fue ella quien me empezó a molestar, en las noches me botaba de la cama y me hacía dormir en el piso; ya que según ella mi respiración le producía un dolor de cabeza insoportable y le era imposible seguir...”
En ese momento miró la hora, dijo que se le hacía tarde, que tenia algo urgente que hacer y se marchó calle abajo; yo me despedí y muy rápido regresé a la casa y entré a su cuarto el cual estaba asegurado por fuera por un alambre de plomo enrollado en dos armellas que él había puesto; presuroso rebusqué entre sus pocas cosas y halle 3 libretas, las revisé rápidamente; una de ellas era como un diario en el cual había una lista de cosas que compraba y otras anotaciones:




Martes 27

Periódico
Corte Periódico 11:00 Am
Me sentí Indispuesto
Me tranquilicé porque compré chocolate
Ya no salí


Miércoles 28

Salí, comí pescado
Compré estaño
Comí y compre fluorescente
Compré tijera
Regresé, no salí

Jueves 29

Venta de mesa
Arme faro
Venta de plancha
Jabón, estaño, tijera, candado, clavo


Lo que venía era similar; más adelante había dibujado una vaca, al costado dos formas semi humanas que copulaban y en otra de las páginas, una bolichera; en eso sentí la puerta y salí con prisa; en ese momento me pregunté que quería realmente este sujeto de mí.
Esa noche pude escuchar nuevamente las dos voces; al parecer ella ya era su pareja; “Amor mío” le decía él con extremada dulzura, “Hazme tuya” le increpaba ella con desesperación; invadido por la curiosidad decidí fisgonear por la cerradura me acerqué descalzo, muy cautelosamente y lo que vi sobrepasó muy ampliamente todos mis conocimientos en la materia psicológica; pude ver como él de una forma histriónica, representaba cual fino actor de teatro los dos papeles, era él; el varón implacable y la doncella virginal prestos a la lucha, cual delirio amatorio; su capacidad artística me exaltó.
Luego mientras meditaba al lado de la chimenea, observé detenidamente la metamorfosis que presentan las brasas al arder; sus formas cambian y muchas veces vemos lo que cada uno interpreta de acuerdo a su imaginación o estado de animo; esta simpleza me hizo ver de que cabía la posibilidad de que este sujeto haya estado jugando conmigo, como un hábil actor se habría impuesto ese rol insano para incitar así mi pasión psicológica y vivir a mí consta; fue bajo estas reglas que decidí jugarle una broma algo escamosa; tomé una hoja y una pluma y copiando en lo posible su letra e imitando su peculiar estilo, escribí lo siguiente:

- Estuve en fundo haciendo algo para sobrevivir
- Este da leche y chanchos
- Había vacas, tal vez cambiar vacas por toros
- Queda solo fundo
- Luego me quitan tierra con mariconadas
- Cambio de ciudad, llegué sin armas, sin una buena y saludable vida para crecer
- Tenía que hacer algo, salir a discotecas por mi falta de comunicación
- Quería una mujer que me ayude,
- Me quede con la potencia de sembrarla
- Con el tiempo las hormonas cambian
- Quitan fundo, recuperar tierra pasó por mi mente, idear plan maestro
- Todos en contra de la madre
- Riesgos = Policía / Entrar y recuperar lo que es mío sin que vean
- Pena = Palo
- Padre = Maldición / Me caga, y ¿yo que soy?, acaso no un hijo
- En todo caso cambiar familia por locura

Procedí a introducir la nota por debajo de su puerta; al cabo de un rato lo encontré en los jardines y me contó que todo le estaba yendo mejor; su enamorada, ya que esa fue la definición que le dió, se llamaba Adriana y me la describió de la siguiente manera:
“Sabes amigo mío, que dulzura no veo nada más nítido al contemplar su tez nacarada que la exaltación de la belleza inmaculada; su blonda cabellera enfatiza la salida del astro rey en una mañana de primavera, sus ojos de jade me dejan en la completa vesania ¡Oh Walquiria de mi ensueño!”
Suena muy interesante -le respondí cínicamente- Pero dime amigo ¿Cuando tendré la oportunidad de conocerla en persona?
Mañana -me respondió- y gracias por tus consejos, me casaré con ella muy pronto y así accederé a mi herencia, seré un hombre probo y digno del amor de mi amada, nada me faltará en este mundo. Luego entramos al salón y proseguimos hablando; le platiqué acerca de lo arduo que a veces hay que trabajar por algo, pero que nada era imposible el esfuerzo unido a la determinación romperían cualquier barrera física o mental, seguimos conversando hasta entrada la noche y luego nos despedimos muy cordialmente.
Al día siguiente me fui a clases como siempre, las mismas aulas grises, los textos algo desfasados, cierto aburrimiento intuitivo, un poco de aprendizaje falaz y con gotero; cuado regrese a la casa me percate que su cuarto estaba cerrado y en la puerta había una nota que decía en letras grandes:

Creencia Infantil. Regreso pronto...

Y así como siempre, pasaron los días, las semanas y los meses y yo sin tener ninguna noticia de mi gran amigo o paciente o lo que quiera que haya sido; hasta que una tarde de verano en la que me encontraba al este de la ciudad, exactamente en la peluquería “Amatista” donde atendía un cabrito medio pretencioso al que llamaban Petón, él, era en sí un estilista esforzado pero cumplidor salvo por sus manos que a veces se volvían de mantequilla; cogí un periódico algo antiguo, era “El Corregidor” versión nacional de dos semanas atrás, ojeando tímidamente llegue a la parte de policiales y leí una nota que decía: “Se Esclarece Caso de los Valverde”, en una de las fotos adjuntas a colores pude ver a mi amigo con los números en el pecho; reproduzco la alarmante noticia de forma exacta:

*Capital- Informa Rosario Quispe Adriazola

El crimen acaecido el domingo pasado en nuestra capital en el cual se mutiló y masacró a la familia Valverde en su residencia ubicada en la calle Fray Luis de León, en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, y que conmocionó a todo el país; no tiene nada que envidiarle a la narrativa policial fantástica; primero se especuló que podría haber sido un robo convertido a la fuerza en asesinato masivo; pero los peritos, dadas sus capacidades analíticas y basados en la brutalidad de los hechos y en la magnitud de las heridas especularon desde un principio de que podía tratar de algo sumamente elaborado, llevado a cabo con total alevosía y ventaja, lo cual se confirmó ayer pasadas las 22 horas, cuando el asesino se entregó por voluntad propia y para sorpresa de todos se trataba de un miembro de la familia; el patricida, matricida y filicida era el hijo mayor del matrimonio Valverde-Carranza; este asesino múltiple, el cual como se detalla en las imágenes le dio a la sala de estar de su tranquila casa, las dimensiones grotescas de un verdadero camal, en el cual dibujo con la sangre de los participes figuras en las paredes, donde se pueden apreciar vacas, toros y algunas formas indescriptibles; alegó inocencia y a la vez culpabilidad; los psiquiatras lo evaluaran en los próximos días para determinar la sanción que a de imputársele a este feroz criminal, se sabe por ahora que casi no habla y solo repite “Fueron 10 años de mi vida” y “Esta tierra es mía, me quedé con la potencia de sembrarla”

Ahora yo por mi parte, no se donde queda la casualidad ni la causalidad, he relegado mi análisis psicológico para otros hechos menos agrestes; solo me queda decir que soy inocente de todos los cargos que me puedan o me pueda imputar; las mentes débiles existen y a veces hay que bajar mas de un peldaño para subir diez, no culpo a este sujeto de estudio, tampoco me culpo a mí, prefiero pensar que las grandes coincidencias tan solo existen.




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