El escritor Mario Benedetti murió en la noche del domingo luego de complicaciones de salud que le mantuvieron internado por temporadas en hospitales de Montevideo, Uruguay, país donde nació en 1920. Lo último, un fallo multiple que le llevó a un ingreso hace pocas semanas, le mantuvo otra vez en la mira de los medios de difusión. Pero, Mario Benedetti nunca estuvo alejado de estos.

Desde los 29 años, cuando se encargaba de la página literaria del diario Marcha, y entregó el libro de cuentos Esta mañana, el hombre anunciaba ya que había venido al mundo para cantarle al amor, al desamor y que lo haría desde el más estrecho compromiso. Así, comenzó a edificar su mundo literario mediante poemas, cuentos, ensayos y una novela escrita en 1960 que versaba sobre la historia de un hombre que llegaba a la treintena de años.

La Tregua fue seguida por Gracias por el fuego (1965), otra novela en la que el autor iba reflejando lo que era su preocupación, la lucha política a la cual se había incorporado desde finales de los cuarenta al sumarse al movimiento contra el Tratado Militar de su país con los Estados Unidos. El los sesenta mantenía una relación cercana con Cuba luego del triunfo revolucionario y en esa misma década participa en el Congreso Cultural de La Habana y es nombrado Miembro del Consejo de Dirección de Casa de las Américas, institución en la cual funda y dirige el Centro de Investigaciones literarias.

Su conocida militancia política le hace iniciar a principios de los 70 un exilio que lo llevará a Argentina, Perú, Cuba y España. No es hasta una década después que regresa a su país no sólo convertido en un prolífero escritor, sino en un hombre cuya obra ha enamorado a creadores como los músicos Daniel Viglietti y Joan Manuel Serrat, quienes musicalizaron muchos de sus poemas.

Terminando el siglo XX, recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, y su obra ha sido centro de múltiples homenajes. Pero. No hay homenaje mayor para un creador que la constante memoria de su obra. Y así ocurre con los textos de Benedetti. Cuentos, novelas y ensayos que se leen habitualmente entre conocedores o especialistas. Poemas que siguen estremeciendo la sensibilidad de adolescentes y enamorados.

Nadie es ajeno a sus versos. Fueron escritos desde la más profundad sensibilidad y amor, tanto que algunos de ellos casi rozan la cursilería. Sin embargo, la madera profunda del poeta logró superar falsas sensaciones para terminar expresando un pasión común a mucha gente, una impresión colectiva en Latinoamérica y el mundo.

Mario Benedetti terminó siendo lo que quiso: aquel que no se quedó inmóvil al borde del camino porque, hacerlo, significaba una incierta salvación que él quiso evadir a toda costa. Creo que lo logró, a sus 88 años, y en el último suspiró, el uruguayo Mario Benedetti, el poeta del amor y el compromiso, como ha dicho el diario El país, ya no tiene salvación para su suerte.

Leandro Estupiñán / [email protected]

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http://www.ahora.cu: Benedetti, un poeta que nunca se salvó