El Palacio Nacional de esta capital vuelve a ser escenario de la brutal dictadura del general Rafael Trujillo. Pero esta vez la realidad del pasado da lugar a la ficción del presente con la filmación de la película "La fiesta del chivo".

Con las gafas oscuras y el mostacho fino del dictador, el actor cubano Tomás Milian transita un corredor del palacio mascullando cómo lidiar con un ex agente de la CIA, autor de un libro que expone los abusos de su régimen.

"Pase lo que pase, no quiero que los sabuesos del New York Times estén por aquí husmeando", dijo Trujillo a su vicepresidente en la escena filmada hace unos días.

El ex agente de la CIA, Jesús de Galíndez, desapareció de Nueva York el 12 de marzo de 1956 y se cree que lo mataron en la República Dominicana, como también ocurrió con muchos otros adversarios de Trujillo.

El dictador ha sido sucedido en el palacio por presidentes elegidos democráticamente, pero muchos dominicanos dicen que su legado nefasto no ha desaparecido totalmente después de su asesinato en 1961.

Esos vestigios incluyen una fuerza policial acusada de abusos y corrupción, instituciones débiles con poca independencia del presidente, y una burocracia plagada de manejos ilícitos.

"Han pasado cuarenta y tres años, pero la mentalidad trujillista de fuertes caudillos sigue imperando en gran medida en el país", dijo Bernardo Vega, ex embajador dominicano en Washington y autor de 15 libros sobre el dictador.

La película se basa en la novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa publicada en el 2000. La cinta, con subtítulos en inglés, será distribuida en mayo por Lolafilms de Madrid.

La protagonista es Urania Cabral, una dominicana que regresa a Santo Domingo en 1992 después de 30 años en el exilio. A su regreso se ve acosada por los recuerdos del régimen de Trujillo.

El director Luis Llosa, primo del autor, que visitó por primera vez la nación en los años 70, dijo que se sintió impactado por la huella que dejó el régimen en el pueblo.

"Aun hoy, me da la impresión de que su presencia está permanentemente en las noticias, en los pensamientos de la gente", dijo Llosa a la prensa a principios de octubre cuando comenzó la filmación.

Un escándalo policial en curso ha inspirado frecuentes alusiones a Trujillo. Un ex jefe de policía y otros seis funcionarios son investigados por el supuesto uso de unos 300 vehículos de lujo robados en vez de devolverlos a sus dueños.

El columnista Germán Santiago dijo en el Listín Diario que el espíritu de Trujillo sigue influyendo con "fuerza terrible" en las oficinas de la policía nacional.

Trujillo, ex operador de telégrafos, se incorporó a la Guardia Nacional a los 18 años y fue ascendiendo vertiginosamente a la cima. Fue elegido presidente en elecciones fraudulentas en 1930.

"El benefactor", como le gustaba que lo llamaran, usó la Guardia Nacional y su policía secreta para torturar y matar a miles de opositores.

En uno de sus actos más crueles, el dictador ordenó la matanza de unos 20.000 inmigrantes haitianos en 1937. Los soldados desencadenaron la masacre en tugurios y cañaverales con la intención de impedir la llegada de otros inmigrantes del paupérrimo país que comparte con la República Dominicana la isla de Hispaniola.

Trujillo nacionalizó y expandió las industrias, introdujo la moneda nacional y pagó gran parte de la deuda nacional. Pero sus tácticas implacables --incluyendo la seducción forzosa de las esposas de altos funcionarios-- provocaron una resistencia creciente.

En 1961 lo mataron a tiros cuando iba en un automóvil por la avenida costanera de Santo Domingo, en una conspiración fraguada por ex camaradas militares y respaldada por algunos de la clase pudiente.

El país se sumió en el caos y Estados Unidos lo invadió en 1965. Al año siguiente se efectuaron elecciones.

Los presidentes dominicanos han sido desde entonces mucho menos poderosos, aunque todavía controlan estrechamente muchas instituciones, incluyendo la policía, el departamento de justicia y las fuerzas armadas.

"Nuestras instituciones son muy débiles y reflejan el concepto trujillista de que todo sirve a los intereses del presidente", dijo la legisladora Minou Tavares Mirabal, hija de una de las tres hermanas Mirabal a la que mataron en 1960 por oponerse al régimen.

La historia de las hermanas se reflejó en una película del 2001 basada en el libro "En el tiempo de las mariposas" de Julia Álvarez, protagonizada por Salma Hayek y Edward James Olmos y filmada en México.

Actualmente persiste la falta de fe en el gobierno y muchos dominicanos han censurado el modo en que los líderes nacionales han enfrentado el desplome el año pasado del Banco Internacional, el segundo de la nación.

Nadie ha sido llevado ante la justicia por el escándalo bancario que costó a la nación unos 2.200 millones de dólares. Las autoridades arrestaron al presidente del banco y lo acusaron de desfalco, pero quedó en libertad bajo fianza y no se fijó fecha de juicio.

En la peor crisis económica en la historia dominicana, ha aumentado la inflación, el desempleo asciende al 17% y los apagones pueden durar hasta 20 horas diarias.

El ex presidente Leonel Fernández ganó las elecciones en mayo prometiendo el retorno a la estabilidad relativa de su presidencia de 1996 al 2000.

Para algunos las dificultades han inspirado nostalgia por la era de Trujillo, cuyas tácticas férreas hicieron que el delito fuese tan infrecuente que la gente no necesitaba pasar cerrojo a sus puertas a la noche.

"Siempre hay gente que comenta 'si tuviésemos a Trujillo para que impusiera orden'", comentó Pedro Catraoin, profesor de historia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Pero la mayoría asocia al dictador con el temor y la represión que popularizaron el mote de "chivo" entre los opositores.

Poco después de la muerte de Trujillo, un popular merengue celebró "la muerte del chivo".

3 de noviembre de 2004, Europa Press.