Orquídea de dulce rostro exuda néctar jugoso
el pincel la retrata exhalando inefable ternura,
y del mural se escapa de prisa la criatura,
para jugar húmeda en el helecho verdoso.

La noche rasga con risas el velo brumoso
cae la estrella hindú de su frente insegura,
se despierta la yegua que cabalga en la espesura,
y galopa a través del aposento que sueña sigiloso.

Íntimo resplandor le brinda un halo de princesa
en sus labios se derrite inverosímil fresa,
que celebra el regusto cuando la tristeza se agota.

Mientras el espejo devuelve su imagen inversa
ella intrépida demuestra que sabe ser perversa
bebiendo de aquel cáliz hasta la última gota...

Jorge Ángel Luna Rosado
Colombia