Antes de él todos los héroes fueron vanos
encerrados en una mitología irracional,
después de él la vida recupera su sentido
y gana una perspectiva sin límites en el tiempo
que ofrece salvación para las almas.

Él es la respuesta que Pilato dejó en el aire aquel día
le preguntó: ¿Qué es la Verdad? y enseguida le grita al pueblo: ¡Ecce Homo!
He aquí el hombre que buscábamos desde hace milenios
y no se necesita la lámpara de Diógenes para hallarlo
uno entre mil en el corazón del universo,
quizá Pilato no quiso oír la respuesta
porque barruntaba que él es la Verdad;
Luz del cielo iluminando la oscura vía del peregrino
guía que mitiga nuestra ceguera
y aleja la caída fatal.

Maestro que enseña con parábolas el reino de Dios;
resaltando la importancia de los niños.

Entrega su vida por la Humanidad
le promete el paraíso al ladrón arrepentido
y más allá de la profecía de las sibilas
sana la herida de Adán;
logrando un triunfo aplastante sobre el Tártaro
obsequia blancas vestiduras a los bienaventurados
que agitan palmas en su honor.

El Padre Eterno le entrega la púrpura
después del triunfo se sienta a su diestra
y es exaltado como el Amén;
y con el Espíritu de Verdad
consuela el pecho de los afligidos.

Jorge Ángel Luna Rosado
Colombia