Cántame la ópera Carmen
y deja gemir mis sueños en la tarde,
canta con voz de soprano melancólica;
y deja que el crepúsculo ilumine la noche.
Enérgica y apasionada hace vibrar los tímpanos
canta para saber hacia donde miran las águilas,
y descubrir el misterio de aquel cuadro que nos seducía cuando éramos niños
canta y descubre el grito de mi silencio,
cántame la ópera Carmen
y deja que mi oído sufra cuando tú esbozas una sonrisa
el torero hace una verónica y la banderilla vibra relumbrosa
íntimo pellizco en las carnes firmes de la andaluza,
canta entre finos acordes
y tu voz femenina que hace estremecer el escenario
sacude cada fibra de mi poema.
Cántame la ópera Carmen
anhelo descubrir la energía oscura oculta en el piano de
Bizet
canta para echar la raya por debajo,
como aquella tarde cuando el filósofo enfermo
llegó arrastrando los pies al teatro de Génova
y esta melodía con un relámpago meridional,
superando a los frasquitos del botiquín
alivió la multitud de sus heridas.

Jorge Ángel Luna Rosado
Colombia