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■ Tierra baldía
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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2009-05-27 | |
Stalingrado grita desde un recóndito arrabal
se defiende detrás de cada piedra, expande la síntesis del dolor a través decada escombro; retorciéndose sobre sí mismo se levanta con una acción envolvente. Stalingrado produce un prolapso anímico que estremece a las edades, arde la partitura por el estampido del organillo y huyendo de aquel gélido combate; los perros se lanzan buscando el frío oculto en el Volga brilla sanguinolenta la blancura flor de nieve aplastada por el panzer, la pugna de gladiadores continúa dentro del sótano las águilas quedan agazapadas en sus nidos entretanto las calles juegan al ajedrez entre miles de pasadizos. Como trasfondo se alza un redoble de tambores; con el patético ritmo de la Quinta Sinfonía. Para gritar con Neruda desde la cima del tártaro túmulo que fue bastión férreo donde Rodina blandía su espada, enséñame tu valor Stalingrado para extraer aliento en medio de la consunción de la Esperanza Zhukov paladín erguido entre ceniza taumaturgo que desafía la niebla héroe en tus fábricas donde clamaba un trueno metálico Octubre Rojo y Barrikady fueron torretas que impulsaron la misión del zapador; reventando cámaras reforzadas la carrera del tifón se frena en seco y las bélicas ruedas giran al revés. Llegó el crepúsculo y no te rindes Stalingrado; atrapas la luz por el respiradero de la bóveda. Y aquí le ofresco este tributo a tu arrojo Stalingrado uniéndome a la lista de poetas, que cantaron tus hazañas tu atmósfera cerrada con nubarrones de tormenta jamás enturbia el pelaje del gorro cosaco el ambiente se torna álgido truena y el reflejo del relámpago ilumina la escena: cerrado duelo entre el lobo y el oso intrépida batalla que deja huella donde ayer también divagaba el Zar esfuerzo sobrehumano sin límites para reconquistar un terraplén. Von Paulus no escuchó la última orden vesánica y cuando comenzaba a caer la noche, entrega su bastón de mariscal.
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