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■ Tierra baldía
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- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2007-10-01 | |
Un pequeño homenaje a el poeta Eduardo Blues Villalba recientemente asesinado en Buenos Aires.
Gracias por permitir este homenaje. Saludos Gus... A Los descendientes de Elal y su cosmogonía Tehuelche Los capitanejos llevaban una flor inmaculada de Yrupé, hermana del Nenúfar y del Loto perfecto, acucardada en sus pechos sobre el uniforme entrazado a modo de quillango. Acababan sobre las indias con el decoro de los Choiques. O en el dorso de las chinas con trenzas azabaches adornadas con cintitas. Nunca eran, aunque hablaran, más que un hondo silencio. Taloneaban al bagual de la tarde, Galopando a pelo Sobre la honda noche. Chupaban ginebra como si los besara la eternidad. Mientras canturreaban guturales verbos Sin declinar, Cribados al garguero y como asidos del Gerundio. Los capitanejos acuchillaban a lanzazos A sus hermanos, Ebrios de sendas traiciones, De Pampa, De interperie. Soñaban tolderías durmiendo bajo ombúes, Ciñendo sus cabezas con vinchas de cuero Curtidos de salvajinas bravías. Boleaban el hambre con leguas tibias de vaca Y carne fresca de ñandú. Los capitanejos intuían pensamientos Del gauchaje que se trazaban en aquel horizonte, Cuando pisaban la gramilla de un presente Que galopaban entre el poncho y el potro. Los Capitanejos, ¡carajo!, Una traza de crencha sacudiendo las chuzas Que peinan el aire sobre las Jinetas montadas en sus hombros con la arrogancia de suris que mueven sus cogotes al son de la tiranía de una inercia pujada por los cascos que hunden la cubierta del cuenco de la Pampa. Hay... aún hoy, Gritos… Gritos colmados de espanto en el frío redentor del helado Pampero. Hay… Una grieta en el pecho de la Patria, donde hay una bolsa de arpillera oscura, repleta de orejas cortadas y secas, que nadie, nadie... se atrevió a cambiar por Patacones. Eduardo Blues Villalba
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