I

En tu verso
hallo el tesoro versátil
de la palabra precisa.

Eres brisa
que se asoma hasta mi mundo
invitando los aromas
desnudando melodías
encendiendo sendos faros
que despejan las tinieblas
de mis mares tempestuosos.

Sólo tú:
Siempre acordes
de armoniosos musicales.

Sólo tú:
Siempre sueños
sin fronteras ni relojes

Es tu sol
el que alumbra
mi senda

Es tu magia
la que abraza
mis recuerdos

Es tu gloria
la que me hace enmudecer
cada vez que te miro admirando tu belleza

Eres tú
la princesa de las hadas

Eres tú
la sirena de pleamares

Eres tú...
tu intelecto, tu ternura, tu poesía
que alborotan esta tiesa calma mía
con blasones y estandartes que venero
bajo el cielo que me une con tu cielo
sobre el suelo que me lleva hasta tu suelo
entre vientos que me donan tus desvelos
por la pluma que te busca entre las sombras
de silencios y de voces bulliciosas
que me anuncian el amor que te profeso...

II

En tus arcas
mi consuelo
En tus ojos
mi desvelo
En tus versos
mi abadía
En tus besos
mi alegría

Sólo tú
defines mi universo
con pinceles de maestra surrealista
Sólo tú
adornas mi pesebre
con las luces de tus tropos literarios
Sólo tú
embelleces esta vida
con la gracia de bucólicos parajes
que te surgen de la piel y del aroma
que te brotan del silencio majestuoso
germinando en tu audaz algarabía....

Eres tú
mi firmamento
Eres tú
mi catarata:
El Iguazú en el jardín de los linderos
que limitan los ensueños de tus manos
acercándose serenas a las mías.
Mi privado Auyantepuy
desvelado en tu mirada irisada
por las gotas de festivas alegrías.

Y deambulo por parajes imposibles
cada vez que recorro con caricias
esas olas que regresan -peregrinas-
a mis manos con esmero y con pasión
a mis sueños con placer y con fervor.

Son tus olas las que guían mi piragua
a las islas de lugares tropicales
donde edenes se descubren en rubor
cada vez
que disfruto las auroras
desnudando maravillas en tu albor