Se rompe el eslabón
por un canto enérgico:
"L Amour est un oiseau rebelle"
crujen los sentimientos
en el recinto,
lloran dispersos corazones
conmocionados,
buscan urgidos atravesar la férrea muralla abandonada.

Una flor cae sobre la negra solapa
égida protectora,
fortín sereno del músculo imbatible en la lucha
"La fleur que to avais jetee"
se desata la pasión
arremete sin medida
heroica derriba los grandes muros
sigue avanzando unida,
entre zarzas ajusta receptores
vínculos que despiertan gigantes resueltos
saltan las cadenas y crujen quebrados los grilletes acerados
irrumpe la belleza
telúrico epicentro
precedido por labios
sureños
dulce y provocativo,
encanto florecido, Carmen hembra de labios húmedos y sensuales
hiere las pupilas
apagadas
despierta sueños muertos
en los ojos solitarios.

Desesperados ecos luchan
con banderillas,
el escudo prendido en la montera
rútilo destella, danza la muleta
y un trágico epílogo desata
los intensos rumores,
se conmueve vasto escenario
por lamentos heridos
sobre el piano.

Y Bizet,
ante el piano arranca huracanes
llora el teclado herido
póstuma
gloria se enardece y le da la razón
bulle apasionada
meridional,
es una ópera ardiente
que conmueve y despierta
al filósofo errante
sella
obertura del mediodía claro
desprende las felinas ondas
paralizando auditorios
se devanan vitrales,
y rojas estampillas
sellan
el final intempestivo
gime fragante
sándalo bajo el dolor del piano.