se me cierra la boca sobre la espalda de bronce/ un olor a inciensos recuerda a las putas y a la muerte/ un tropel de caballos estáticos miran el vacío/ no son de la estatua del héroe que nadie conoce/ ni el triste carruaje apocalíptico/ es la calle empedrada de silencios/ la suburbana/ la sub-humana/ los laberintos del barrio olvidado que nos mira en el desconsuelo de la memoria/ la que no vemos/ somos los caballos y los jinetes del hierro en la plaza aún sin nombre/ somos los fantasmas para las putas de las esquinas/ la legión extranjera que a nadie salva/ los poetas que gritan silencios en los vasos de vino/ los que escriben sin pudores/ los que escriben laputamadrequeloparió con sangre en las paredes/ los que escriben sobre ellas/ dentro de ellas/ en las palmas de sus ojos desorbitados/ en cada costado de las tetas/ en cada historia que no conocen/ en cada noche que se reitera sin aliento sobre las polleras cortas y las piernas flacas/ sin darse cuenta/ sin entender que la vida comienza en otras esquinas/ quizás más allá/ donde tampoco pueden ver aunque se les agriete el alma