El escenario casi desnudo,
solo un piano de cola,
tu guitarra y tu figura.
Un puñado de tus gemas
como palomas de la chistera,
para nuestro asombro mudo.

Sin importar si es la hora
dentro un halo de blancura.
No es noche de anatemas,
es de bendiciones verdaderas.
Hoy puede ser un gran día
es tu convite a la Fiesta.

Desfila ese Pueblo Blanco
colgado de aquel barranco.
A orillas del Mediterráneo
cuya alma profunda y oscura
está pintada de desventuras.

Con una sonrisa nos espías
con esa dicha manifiesta.
Hablas de Mo con ternura.
De enchufes y salsas.
De la creación y la vida.

Haces el camino al andar.
Desistes de hacer del catalán
único idioma universal.
Pero en euzkadi, sin premura
cantas al sol que quema nubes.

Te preguntas ¿si hubiera sido Joana?
Aquella profecía de tu madre
obligado a vestimenta de rosa.
Nada te ha podido cambiar
sigues aquel mismo Joan.

Todas tus mujeres son versos.
Penélope y su banco de pino verde.
Lucía, con la que fuiste bueno
enredado en su cuello y su seno.
Tantas otras que habrían de quererte.

Entonces hablas de un matrimonio,
ese que tienes con el maestro Miralles.
Según tú, del 69 del siglo pasado.
Sin sexo, aclaras, como todo maridaje.
Excusa para beber tu copa de champán.




¡Bendita seas urología!
¡Como bendita es tu poesía!
Para el arte eres homenaje,
nada hará que tú calles.
Como si fueras demonio
gritas: ¡Aun tengo la vida!

Se aproxima otro final.
Un hasta luego, quizás.
Tus fieles devotos no se van,
¡Una más, y no jodemos más!
Recuerdo al niño y su pelota,
domesticado por su bien.

El Gran Rex explota
vuelves entero al ruedo.
De tus bises, el primero.
Tocas y cantas con denuedo
otro tema, y van para cien.

Y te acercas y te vas
solos no nos puedes dejar.
En una sola palabra: amistad.
Eres hermano entrañable, catalán.
Otro querido atorrante, un amigo.

De ella te gusta todo,
Su vientre chato, su ombligo.
Pero aclaras, y nada aclara:
¡Pero no me gustas tú!
El último: ¡y a volar!

La marea humana vuelve,
otro bis, por el cuarto vas.
Cantando una Nana con guitarra
ya nos mandas a dormir.
Somos como niños porfiados.

El teatro queda a oscuras,
ya se comienzan a retirar.
tu generosidad con holgura
ha pagado nuestra devoción.
El viejo trovador dejó su magia

Si un día para nuestro mal
La Parca te viniera a buscar,
Tal vez hubiera una gracia:
Con canciones y requiebros
mujer al fin, la pudieras enamorar.